Frente al llamado a plebiscito nacional realizado por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el coordinador de Primero Justicia (PJ) en Guanta y concejal en la localidad, Luis Gil, aseveró que esta medida es la “rebelión hecha votos”.
El dirigente aurinegro aplaudió la acción tomada por los factores unitarios, la cual responde a la convergencia de dos características fundamentales de la estrategia por el rescate de la democracia en Venezuela.
“A través del plebiscito unimos nuestra comprobada vocación democrática y además nuestra firme decisión d desconocer al régimen”, subrayó.
Gil fue lapidario a calificar como “cascarones rotos y vacíos” los poderes públicos del Estado venezolano.
Indicó que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) está viciado por el origen de los denominados magistrados exprés, la escogencia de las rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE) igualmente fue írrito por su designación a través de un Poder Judicial cuestionado y agregó que la Defensoría del Pueblo se ha desautorizado a sí misma por las posiciones asumidas por su titular.
“Ni hablar del Poder Ejecutivo, porque Nicolás Maduro es ilegítimo desde su elección, porque recordemos que aquel proceso electoral estuvo teñido de irregularidades de toda índole, y aún es hoy más ilegitimo por sus actuación al frente de la República”, manifestó.
Luis Gil resaltó el valor político y estratégico del plebiscito nacional al ponderarlo como “la exteriorización del clamor popular”.
El dirigente de PJ le hizo un exhorto a todos los venezolanos y sobre todo los guanteños a participar en el llamado de “rebeldía electoral” efectuado por la dirigencia de la oposición venezolana.
“El plebiscito es lógico y lo único realmente legal en el justo momento que se acaba de activar los artículos 333 y 350 de la Constitución nacional, porque los demás poderes públicos, salvo la Asamblea Nacional y la Fiscalía General de la República, están fuera del orden constitucional”.
Gil tuvo palabras para lamentar el papel que está jugando el abogado constitucionalista Hernán Escarrá, a quien ponderó como el “leguleyo de la tiranía”.
Aseveró que así como el “mito rojo” de la imbatibilidad del oficialismo en Guanta desapareció para siempre, de esa misma forma el recuerdo de Escarrá se desvanecerá cuando retorne la libertad al país.