El coordinador nacional de Voluntad Popular, Carlos Vecchio, se refirió a los hechos violentos que ocurrieron ayer en la Asamblea Nacional donde un grupo de civiles armados irrumpieron de manera violenta en el Parlamento.
“Todos se han enfocado en el segundo asalto a la Asamblea Nacional por su agresividad y violencia. Fue grave. Pero más grave, violento y perverso fue el primer asalto liderado por el vicepresidente Tareck El Aissami con parte del tren ejecutivo y del alto mando militar el 5 de julio”, resaltó.
Vecchio recordó que en horas de la mañana de ayer parte del tren ejecutivo ingresó a la sede del Poder Legislativo sin notificar a sus autoridades para realizar un acto en el salón elíptico de la Asamblea donde reposa nuestra acta de independencia. “Fue una operación comando que incluso permitió el ingreso de un grupo de fanáticos quienes después participarían en el segundo. Fue el acto que propició y alentó el segundo asalto. Decimos que fue más grave, violento y perverso porque fue el asalto desde el Ejecutivo contra un poder legítimo como lo es la Asamblea Nacional”.
Para Vecchio, lo que hizo ayer El Aissami fue realizado con premeditación y alevosía teniendo plena conciencia que se trata de un atropello, un asalto y un irrespeto a la Asamblea. “El segundo asalto contra la AN fue de matones y mercenarios. Pero el asalto de Tareck fue un acto de arrebato que se aparta de los principios mínimos de convivencia. De desprecio a la democracia. De desprecio a la voluntad popular expresada el pasado 6 de diciembre de 2015 cuando fue electa la Asamblea por más de 14 millones de venezolanos. Fue hecho sin escrúpulos y planificada desde el palacio de Miraflores. Fue la puesta en práctica de la aborrecida frase expresada por Maduro o que no logremos por los votos lo lograremos por las armas. Fue un asalto que solo lo hacen los dictadores”.
En este sentido, el coordinador nacional de Voluntad Popular se refirió al comunicado que emitió Mercosur donde recoge lo delicado de ese asalto al expresar que “constituye un avasallamiento del Ejecutivo sobre otro poder del Estado, inadmisible en el marco de la institucionalidad democrática”.
Para Vecchio, los diputados democráticos supieron defender con honor y coraje los atropellos y aseguró que les ha tocado defender la función de la Asamblea Nacional que no está escrita en la Constitución. “Es decir, no defendieron la posibilidad de legislar o controlar o de foro político (funciones típicas de los parlamentos) sino la defensa más noble de cualquier ciudadano: defender la República y la democracia un 5 de Julio. Venezuela vale la pena”.