El pasado 5 de Julio, a pesar de la violencia desatada por hordas oficialistas contra diputados y trabajadores de la Asamblea Nacional, el Poder Legislativo aprobó por unanimidad la realización de consulta popular que soporte el rescate de la institucionalidad y la restauración de la democracia plena en Venezuela.
Para quienes preguntan, en las muchas asambleas y encuentros vecinales a las cuales en estos días asisto, acerca de la legalidad de la consulta, respondo que se ha resuelto de conformidad con los artículos 5, 62, 70 y 187 numeral 4 de la Constitución vigente.
La consulta popular, denominada impropiamente por algunos plebiscito, se hará el próximo domingo 16 de Julio, en no menos de 1,933 centros ubicados en cabezas de municipios y parroquias con un número de mesas que variará pero siempre suficiente para los muchos que se acercarán a expresar su opinión. Se estima que a las 8 de la mañana ya estará todo listo para atender a los concurrentes extendiéndose la jornada hasta las 4 de la tarde o mientras haya personas haciendo cola.
Pueden participar en la consulta los venezolanos mayores de 18 años de edad, inscritos o no en el Registro Electoral Permanente, residentes o no en la localidad donde se encuentre el Centro de elección. El único documento a presentar es la cédula de identidad laminada vigente o no.
Se consulta sobre lo siguiente:
1. ¿Rechaza y desconoce la realización de una constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo de Venezuela?
2. ¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional y a todo funcionario público obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional?
3. ¿Aprueba que se proceda a la renovación de los Poderes Públicos de acuerdo a lo establecido en la Constitución y a la realización de elecciones libres y transparentes, así como a la conformación de un Gobierno de Unión Nacional para restituir el orden constitucional?
Las respuestas de todo aquel que quiera un mejor mañana para sí y los suyos son tres veces Sí.
Si rechazamos y desconocemos la realización de una constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo de Venezuela.
Si demandamos a la Fuerza Armada Nacional y a todo funcionario público obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional.
Si aprobamos que se proceda a la renovación de los Poderes Públicos de acuerdo a lo establecido en la Constitución y a la realización de elecciones libres y transparentes, así como a la conformación de un Gobierno de Unión Nacional para restituir el orden constitucional.
Nada más importante que la consulta popular del 16 de Julio que permitirá de manera constitucional, democrática, electoral y pacífica, viabilizar el cambio urgente que la gran mayoría de los venezolanos demanda y designación pronta de un nuevo gobierno que atienda y resuelva la dramática crisis que padece el pueblo todo.
El próximo domingo debemos ser millones para que pronto, muy pronto, Venezuela sea otra.