El crecimiento económico en América Latina será más lento de lo que se pensaba este año en casi todas las grandes economías regionales, en medio de un aumento de la incertidumbre política frente a una serie de elecciones programadas, mostró el miércoles un sondeo de Reuters.
Economistas de importantes bancos y firmas de investigación redujeron las estimaciones de crecimiento para el 2017 en seis de las siete mayores economías de la región desde una encuesta de abril, en un contexto de desaceleración de la inflación en Latinoamérica y en otras partes del mundo.
“Esperamos una recuperación gradual en el segundo semestre y en el 2018”, dijo Andres Abadia, economista de Pantheon Economics. “Pero el aumento de la incertidumbre política y el fin inminente de los efectos de base favorables en las tasas de inflación en algunas economías limitarán el margen de acción de las autoridades”, agregó.
Brasil, la mayor economía de la región, se pronostica que crecerá apenas un 0,5 por ciento este año y un 2,1 por ciento en 2018, según la mediana de las estimaciones, en ambos casos debajo del 0,6 por ciento y el 2,4 por ciento proyectados en el sondeo de abril.
Chile y Colombia crecerían un 1,6 por ciento y un 1,8 por ciento este año, frente al 1,9 por ciento y 2,3 por ciento -respectivamente- en la encuesta anterior.
En Argentina y Perú, el Producto Interno Bruto aumentaría un 2,5 por ciento y un 2,7 por ciento, respectivamente, en comparación con estimaciones anteriores de una expansión de un 2,8 por ciento y un 3,5 por ciento.
La excepción principal fue México, donde no se registró un impacto previsto en los meses posteriores a la elección de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos, debido a las preocupaciones de que su Gobierno estableciera barreras comerciales y levantara un muro fronterizo.
“Las empresas de México parecen haberse dado cuenta de que podrían haber reaccionado prematuramente a unos posibles cambios en las políticas de Estados Unidos”, dijo Alexis Milo, economista jefe de HSBC en México.
Los economistas mejoraron su visión sobre México a un crecimiento de un 1,9 por ciento de este año, desde un 1,7 por ciento previo.
OBSTÁCULOS POLÍTICOS
La región en conjunto aún espera recuperarse de una contracción estimada de 1 por ciento en 2016, según el Fondo Monetario Internacional, en parte debido a que una desaceleración de la inflación está permitiendo a los bancos centrales recortar las tasas de interés.
En Brasil, la inflación caería en septiembre debajo de 3 por ciento por primera vez en más de 10 años, mientras la demanda de los consumidores permanece débil tras una recesión que terminó en el primer trimestre. El banco central recortaría las tasas a 8,25 por ciento este año, cerca de mínimos históricos.
La escalada de una crisis política por cargos de corrupción que involucra al propio presidente, Michel Temer, y amenaza con desbancarlo, ha opacado el panorama de Brasil y a la vez pone en duda la aprobación de una reforma al sistema previsional propuesta por el Gobierno y considerada clave por el mercado.
“La permanencia de Temer en el poder sigue siendo el principal signo de pregunta en Brasil”, dijeron economistas de la consultora 4E en Sao Paulo. El interrogante no es sólo si Temer seguirá siendo presidente este año, sino quién será elegido para gobernar por cuatro años a fines del 2018.
En México, Colombia y Chile también habrá elecciones, mientras que en Argentina habrá comicios legislativos en octubre de este año. Pero ninguna de esas incertidumbres políticas se compara con la que vive Venezuela, que Abadia de Pantheon Economics calificó como una “zona de desastre“.
Pese a tener una de las reservas de petróleo más grandes del mundo, la economía venezolana se contraería 6,0 por ciento en 2017 y 3,0 por ciento en 2018. Las estimaciones son menores a las de contracciones de 3,5 por ciento y 0,3 por ciento del sondeo de abril. El conflicto entre el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición ha empeorado desde entonces.