Corto y Picante: “Mi encuesta sobre los autotrancazos” Por @FariasJoseLuis

Corto y Picante: “Mi encuesta sobre los autotrancazos” Por @FariasJoseLuis

José Luis Farías  @FariasJoseLuis
José Luis Farías @FariasJoseLuis

 

La realización de una encuesta por Twitter con la pregunta: “Está ud de acuerdo con estos autotrancazos no ordenados por la MUD de los que Maduro ni se entera?” y las respuestas “Sí, No, No sabe”, me hizo acreedor de una andanada de insultos: traidor, vendido, colaboracionista, enviado de Rosales, amigo de Falcón, cobarde, político de mierda, sinverguenza, maldito payaso, hijo de p., MMG, chavista, jalabola, ignorante, etc. Se dieron banquete.

La agresiva fauna fue variopinta, desde los que se sintieron ofendidos por sentir que insultaba su inteligencia por el sesgo, pasando por quienes se sentían con derecho a hacerlo por ser arrechos hasta quienes perrunamente lo hicieron cumpliendo órdenes de sus amos. Casi sin excepción, todos con el rasgo distintivo de la intolerancia muy semejante al madurismo que dicen combatir. Y claro está, seguros no sólo de ser dueños de la razón si no de que con su irracional acción estaban jodiendo a Maduro y su pandilla y beneficiando a los vecinos y pequeños comerciantes del este de Caracas.





Pero no todo fue insultos. También hubo más de seis mil votos, de los cuales 3 de cada 4 manifestaron estar de acuerdo con ese terrible ejercicio de auto flagelación que son los autotrancazos, “dizque espontáneos”, y solo 1 en contra. Resultado que fue tomado por los defensores de los autotrancazos como la gran fuente de legitimidad de su disociada acción y a los que habría que meterle bien la lupa para determinar cuántos de esos votos respondían a la voluntad de la gente o a la de los “laboratorios” de redes.

Por supuesto, no faltó quien me dijo: las “masas” han rebasado a la dirigencia y ha llegado la hora de seguir al pueblo, o que la opinión de esa turba ofensiva sería su expresión más esclarecida. Y estarían dispuestas a joder a quien se atravesara en su camino, tanto al gobierno como a la MUD si ésta no se ajustaba a su voluntad.

Un resultado nada sorprendente y que confirma como la anarquía viene tomando cuerpo en el seno de los depauperados sectores medios de la población, cuya muestra constituye la casi la totalidad de quienes votaron y opinaron en y sobre la encuesta, estimulados por pseudodirigentes aún más desesperados.

Aunque también confirma esa manía de desperdiciar el capital político y desaprovechar las oportunidades tampoco para nada curada en un amplio sector de esa población. Si bien es cierto, que los trancazos son un recurso en la lucha de calle no es menos cierto que su uso, como el de cualquier otro instrumento de lucha, no puede ser irracional ni sujeto al plan o capricho de cualquier rambo piloto de helicóptero, o de su insatisfecho mandante (s) más preocupado de su futuro político personal que del futuro de la nación.

De modo que volver a privilegiar la calle anarquizada sin objetivo político claro en desmedro de la calle organizada que puso el domingo 16 de julio más 7,6 millones de ciudadanos y nos confirió un enorme triunfo político resonante en todo el mundo no parece ser lo racional. En vez de amanecer esta semana cacareando el éxito cívico alcanzado, hemos cedido a la tentación de autotrancazos que no aportan nada, absolutamente nada, para extraer el mayor provecho político de la memorable y maravillosa gesta cívica de ese histórico día.