Esta semana Nicolás Maduro, tras responder a la amenaza de Donald Trump de aplicar sanciones a Venezuela de insistir en su convocatoria constituyentista, lanzó además de su acostumbrado sermón de rechazo contra el gobierno estadounidense la siguiente perla: detrás del asesinato de la sexagenaria cuando asistía el pasado domingo a votar en la consulta de la oposición, así como de otros actos terroristas y de saqueos, puede estar la mano del imperialismo. Y preguntamos nosotros, ¿alguien puede sorprenderse de tamaña insinuación? Pues no, a señalamientos como ese ya estamos acostumbrados los venezolanos, que nos aburrimos con sus insensatos y groseros discursos, y esa es una de las tantas razones por la que deseamos sacar al funesto personaje y a sus camaradas de la Presidencia de la República.
“Donald Trump y el Departamento de Estado preocupados por la plaza Catia, ¿Qué es esto? ¿Hasta dónde está la mano de la embajada norteamericana en los atentados que pretendieron una masacre en la escuela Miguel Antonio Caro?”, se preguntó Maduro en esa oportunidad, cuando también repitió su estribillo y la del grupo rojo del que forma parte, según el cual “siempre donde está la oposición hay problemas”. Y claro que hay problemas, podríamos contestar nosotros, porque adonde quiera que concurre la oposición acuden también las bandas criminales mal llamadas colectivos que, según denuncias y evidencias, actúan en complicidad con la policía y la guardia nacional del régimen.
Y volviendo al, según Maduro, maluco y omnipresente imperialismo, el Departamento de Estado norteamericano, está presente en todas las cosas “raras” que se ven en Venezuela, recordemos que cuando hicieron su aparición los bachaqueros en el flamante “sistema de comercialización” de alimentos, medicinas y otros artículos que comenzaron a desaparecer de los estantes de todo el país, el Sherlock Holmes venezolano, que suele adelantarse a los crímenes antes que sucedan, acusó a los “lacayos venezolanos de la derecha maltrecha” de introducir gentes en las colas para hacerlas ver más largas e incurrir en la práctica del acaparamiento, “por instrucciones del imperialismo”.
Solo le ha faltado decir, y no extrañaría que ya lo haya dicho o pensado, al igual que los “brillantes” genios de su régimen, que las personas que andan buscando alimentos en los potes de basura colocados en las calles, lo hacen por instrucciones del maluco imperialismo, al que también, por ese olfato detectivesco del que pretende hacer gala, ha acusado en distintas oportunidades de promover y financiar supuestos golpes de Estado abortados.
Pero además de utilizar tan bajos recursos como los mencionados, Maduro ha tenido suerte en la adopción de tácticas distraccionistas puestas en práctica para desviar la atención sobre las verdaderas causas y consecuencias de los graves problemas socioeconómicos y políticos que sufre la población. El mismo “imperialismo” se las ha puesto bombita, para alimentar su estrategia de manipulación de hechos para armar alboroto y justificar medidas que atentan contra la democracia y las libertades públicas.
Obama, aunque el contenido de su decreto en el que se señalaba a Venezuela como una amenaza para los Estados Unidos tenía nombres y apellidos que todos conocemos, sirvió no obstante para que una considerable porción de venezolanos engañados formaran parte de la comparsa presidencial para hacerlos volver la mirada hacia otro lado, y no darse cuenta del robo que seguían cometiendo con los recursos del Estado.
Ahora aparece Trump cantándosela clarita a Maduro y este, ni tonto, la agarra de inmediato para exaltar de nuevo la fibra patriotera de los que ciegamente lo siguen, y de inmediato convocó a su Consejo de Defensa, del que pudieran esperarse nuevas medidas de mayor restricción de las libertades públicas; mientras, su “brillante” equipo de manipulación comenzó su trabajo de movilización de todas esas agrupaciones conformadas en torno al régimen y su partido, ahora controladas a través del fulano Carnet de la Patria, para decir Go home al maluco imperialismo y, de paso, agregar otro argumento para justificar su “Prostituyente”
Son todas estas, tácticas que aprendieron de quienes realmente constituyen el verdadero imperialismo que deciden desde La Habana, lo que debe hacer la dirigencia “revolucionaria” en Venezuela.
Ese es el panorama que debemos tener claro los venezolanos, y mantenernos al pie de las luchas que hoy libramo contra el régimen antidemocrático y, por lo demás, entreguista que hoy nos oprime y que cínicamente se mantiene en su burbuja, ignorando expresiones tan contundentes del pueblo como la consulta del 16 y el paro del 20, ambos de este mes.
@JJMorenoA