El atleta sudafricano Oscar Pistorius regresó hoy a prisión, donde cumple una condena de seis años por el asesinato de su novia, tras pasar la noche en un hospital de Pretoria aquejado de dolor en el pecho, informaron medios locales.
El convicto fue trasladado al hospital Kalafong ayer para un examen médico, aunque fuentes hospitalarias precisaron a los medios locales el motivo del ingreso, lo que alimentó los rumores de que Pistorius pueda sufrir problemas de corazón.
En declaraciones a la revista sudafricana “You”, el padre de Pistorius, Henke, aseguró que su hijo “está bien” y explicó que este había sufrido “resfriados graves” que podrían estar detrás de los fuertes dolores que sufría en el pecho.
El atleta no recibió ningún tratamiento especial, según el portavoz de las Instituciones Penitenciarias sudafricanas, Singabakho Nxumalo, quien indicó: “Pistorius está de nuevo bajo nuestra custodia”.
En agosto del año pasado, Pistorius también fue trasladado al hospital con heridas en las muñecas, aunque regresó poco después tras ser curado.
Pistorius, que tiene ahora 30 años, mató a su novia Reeva Steenkamp en la madrugada del 14 de febrero de 2013 en su casa de Pretoria, al dispararle cuatro veces a través de la puerta cerrada del baño.
El deportista aseguró que abrió fuego presa del pánico al confundir a Steenkamp con un ladrón que pensaba había entrado en la vivienda por la ventana del aseo.
Esta versión fue aceptada por la jueza del caso, Thokozile Masipa, del Tribunal Superior de Pretoria, que le condenó en octubre de 2014 a cinco años de prisión por un delito de homicidio, al considerar que no tuvo intención de acabar con la vida de la víctima.
La Fiscalía recurrió el veredicto, y en diciembre de 2015 el Tribunal Supremo de Apelación anuló la condena por homicidio y declaró a Pistorius culpable de asesinato, al concluir que tuvo intención de matar a la persona que se encontraba en el baño, independientemente de que pensara que era Steenkamp o un intruso.
El caso volvió al Tribunal Superior de Pretoria el 6 de julio de 2016, cuando Masipa dictó una pena de seis años de cárcel por el delito de asesinato. EFE