José Alberto Olivar: Elecciones regionales una trampa caza bobos

José Alberto Olivar: Elecciones regionales una trampa caza bobos

José Alberto Olivar
José Alberto Olivar

Hace un año advertimos la maniobra puesta en marcha por el Madurato de posponer indefinidamente las elecciones de gobernadores que por mandato constitucional debe hacerse cada cuatro años y no dudamos en denunciar aquello como un golpe del estado. Y en efecto, al cabo un par de meses, el CNE cumplió a pie juntillas la orden emanada de Miraflores, anunciando un cronograma electoral que dejó para el primer semestre del 2017 tales elecciones. En aquel momento, el liderazgo opositor se había decantado por impulsar a toda costa un referéndum revocatorio, luego de barajear por meses varias opciones para salir de Maduro, entre ellas tomar la iniciativa de convocar una Asamblea Nacional Constituyente o aprobar una enmienda constitucional. Así las cosas, la panacea del revocatorio cobró fuerza y se dejó a un lado la exigencia al CNE de oficializar la fecha de las elecciones regionales. El argumento fue que eso no era prioridad. Craso error.

Y así torpeza tras torpeza, indecisión tras indecisión, buena parte de los venezolanos que sufren los pesares del mal gobierno de Maduro, dieron lo mejor de sí, hasta la propia vida, asumiendo los llamados a la calle de los voceros de la oposición. No hay duda que desde hace un año para acá el país despertó del letargo azuzado por el miedo y el chantaje. El trance ha sido doloroso y traumático, pero efectivo, porque más allá de los desaciertos de algunas figuras políticas, los ciudadanos de a pié, sobre todo la valerosa juventud, ha tomado la bandera de la lucha contra la dictadura y el rescate de la Democracia con una pasión que de una u otra forma ha hecho crujir los cimientos del Madurato.

Consumado el fraude político e histórico que significa la ANC-PSEUVISTA, de inmediato los mismos cerebros perversos que sirven de asesores y ejecutores de la dictadura, retaron a la MUD a convalidad, ahora sí, las elecciones de gobernadores que pretenden hacer para finales de este 2017. Ello ha generado, tal como lo esperaban los cancerberos rojos, un infortunado debate divisor en el seno de la MUD, sobre si participar o no en esta nueva treta.





A nuestro modo de ver, resulta una absoluta majadería, caer en esa trampa caza bobos. Ir a unas elecciones regionales, no solo organizadas por un CNE hace rato ilegitimo, sino bajo el asecho de una ANC-PSEUVISTA que aúlla su desalmada bestialidad, dispuesta a “imponer la paz” al precio que sea, sería otra torpeza más. Ello significa que aún ganando importantes gobernaciones, por decir lo menos, tales gobernadores estarán bajo la espada de Damocles de esa ANC-PSEUVISTA que no dudará en destituirlos de sus cargos como enclenques piezas de un tablero político malhadado.
Corren rumores sobre la posible eliminación de la figura de gobernadores y alcaldes en la futura constitución cubano-chavista. Somos de la opinión que tal cosa no ocurrirá, pues la dictadura necesita de esos espacios burocráticos para cebar a sus huestes de tarifados. Los gobernadores ya sean rojos u opositores, serán dejados en sus cargos en la medida que no representen un peligro para el orden imperante. Entre tanto, la asfixia presupuestaria, el paralelismo de funciones y la cacería de más mínimo desliz administrativo, serán las fórmulas para hacer de las gobernaciones y alcaldías que queden en manos de la oposición, simples cascarones vacíos. Quien abrigue dudas, solo tiene que recordar los casos de la Alcaldía Mayor de Caracas y la Asamblea Nacional que fueron vilmente subyugados.