Mis posiciones, por Julio César Arreaza B

Mis posiciones, por Julio César Arreaza B

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En política me he manejado asumiendo posiciones de principios, es la manera escogida desde muy joven para manejarme en la vida y estoy satisfecho con los resultados; soy agradecido por la formación integral recibida.
En 1992 cuando emergió Chávez como cabecilla del madrugonazo cuartelario, propio del siglo XIX, y luego de analizar lo acontecido y de quienes se trataba, me persuadí que estábamos ante un vulgar asalto de un grupo de delincuentes, enaborlando una mediocre monserga bolivariana para deshonra del Libertador. A un cuarto de siglo de distancia ratifico el juicio que me formé y a la vista salta el saqueo más despiadado que se haya infligido a nación alguna.
De una Venezuela con una democracia perfectible pasamos a un esperpento de tiranía llena de demagogia, corrupción y propaganda.

Una ideología de izquierda venida a menos por la demagogia y usada como mascarón de proa para asaltar el patrimonio público y enriquecer las cuentas personales de la claque gobernante y sus herederos, a costa de la degradación de las clases populares y del aparato productivo creador de riquezas; baste reportar la desnutrición aguda de los niños de la patria que condiciona una generación de incapacitados, porque se les negó criminalmente un sano desarrollo.
La repercusión mundial del desaguisado de revolución centrada en la mentira y propaganda a machaca martillo, ha sido el desprestigio del movimiento de izquierda, gracias al difunto y sus díscolos herederos.





Los hermanos Castro, asesinos de marca mundial, no han sido meros actores de reparto del drama venezolano sino protagonistas principales, es incalculable el daño que los esperpentos han infligido a la sociedad venezolana. He propuesto como una de las primeras acciones del advenimiento de la democracia, hacer todos los esfuerzos para librar al pueblo cubano de 60 años de sojuzgamiento.

El actual regente de Miraflores es un infeliz que pasará a la historia como un bueno para nada y el responsable del mayor fraude dado en el continente contra la soberanía popular. Muchos apreciamos que la alteración del orden constitucional y violación de los DDHH conducirá al entierro del régimen forajido.

Ante la parcialidad contumaz del CNE, ayer fui partidario de la abstención del año 2005, que se montó en la cota del 85%, resulta increíble que con tal clase de logro la dirección política de la Unidad fallara en tomar rotundas acciones para deslegitimar aquellos comicios parlamentarios.

Las últimas elecciones limpias fueron las del 98, cuando se eligió a Chávez. Hoy el mundo condena el mega fraude prostituyente, y, sin embargo, muchos piensan acudir a las regionales con el impresentable CNE de la Sra. Lucena, yo no.

Los principios conducen siempre a logros pero las elites políticas actúan con pragmatismo.
No más prisioneros políticos, torturados ni exiliados!