El pasado domingo 6 de agosto, el Gobierno nacional anunció con “bombos y platillos” el inicio del Plan Nacional de Vacunación 2017 dirigido a niños, adultos y personas de la tercera edad, “con la intención de fortalecer el esquema de inmunización en el país”. Con detalles de formas y no de fondo, Luis López, ministro de Salud, señaló que con esta iniciativa “el pueblo recibirá una respuesta oportuna para la prevención de enfermedades” y se aplicarán “más de 10 millones de dosis de dosis” en 15 mil puntos de vacunación fijos y 575 móviles. Así lo reseña laverdad.com
El programa, que se extenderá hasta el 6 de septiembre, con una segunda fase de vacunación dirigido a la población escolar en octubre, abarcará a “todos de manera masiva, gratuita y eficaz”, ofrece la vacuna BCG, antihepatitis B, pentavalente, antipolio trivalente viral (SRP) y toxoide tetánico diftérico, que son aplicadas en consultorios populares, redes ambulatorias, CDI, hospitales con salas de parto y maternidades, e incluso aeropuertos y terminales.
Los biológicos previenen enfermedades como tuberculosis, hepatitis B, difteria, tos ferina, tétano, meningitis, neumonías por haemophilus, poliomielitis, sarampión, rubéola, parotiditis, entre otros, pero se desconocen otros detalles y según epidemiólogos, el plan es “una caja negra”.
A medias
En medio de la efervescencia y lo mediático, las autoridades pasaron por alto que el plan solo cuenta con seis biológicos de los 14 que aparecen en la tarjeta de vacunación y quedaron excluidas la antirotavirus, para prevenir fuertes diarreas, antineumococcica, para proteger de la neumonía y antiinfluenza, que se suma a la de la vacuna antiamarílica, utilizada para prevenir la fiebre amarilla.
José Félix Oletta, exministro de Sanidad, comentó que “no se conoce a ciencia cierta” lo que llegó, así como su alcance, metas, coberturas o la población que atenderá. “No sabemos de dónde vienen esas vacunas. Tradicionalmente se compran en el Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud, porque tiene un certificado que las hace confiables
Se olvidaron
Los encargados en materia de salud “se olvidaron” de que el año comenzó el 1 de enero y fue hasta hace cinco días que iniciaron con el programa que “intensifica la protección”, cuando ya pasaron ocho meses. Este debe arrancar a principio de año de acuerdo a expertos, e irse “fortaleciendo con el paso de los meses y realizar una planificación para inmunizar a los rezagados”.
Los problemas “no son nuevos” y tanto la falta de información como la de sensibilización “viene ocurriendo”. Del programa de vigilancia con respecto a las reacciones secundarias y mayores “tampoco se sabe”. Para Oletta, las vacunas son un “derecho humano igual que la alimentación o cualquier otro” y el plan se transforma en noticia porque “existen muchas fallas y reclamos” que no pueden solucionarse “mágicamente”.
En marcha
Un recorrido por centros asistenciales en la capital zuliana, permitió constatar que las seis vacunas se están aplicando sin mayores novedades, sin embargo, personal médico de un ambulatorio ubicado en el sector El Transito, admitió que existen “algunas fallas con la toxoide tetánico diftérico”, pero “logran solucionarla”.
Mientras que conversaba, una enfermera le comentaba a una madre que preguntaba por la vacuna para prevenir la neumonía, que “ni ella la consigue para su nieto”. El único requisito que exigían era la tarjeta de vacunación de los pequeños y en el caso de los adultos lo mismo o un breve interrogatorio. Al ser consultada sobre la confiabilidad de los biológicos, la dama respondió sin titubeos que “son confiables e importadas, pero no sabe de dónde”.
La situación es “incongruente”, si se toman en cuenta las carteleras informativas con los esquemas de inmunización contemplados por el Ministerio de Salud y la propaganda oficial, mientras que las enfermeras dicen “de esa no hay”. En otro dispensario situado en Sabaneta, los doctores dicen contar incluso con la vacuna antiamarilica pero admiten que “a veces no llegan de Caracas”.
Soberanía revolucionaria
Los biológicos que llegan a Venezuela arriban de al menos tres continentes y sin ataduras, un doctor marabino afirma que llegan importadas de Rusia, Argentina, India y Cuba, “gracias a los convenios, pero con estrictos controles garantizados por especialistas”.
Durante las visitas realizadas para la publicación de este trabajo, se constató de primera mano que las vacunas disponibles para el cumplimiento del Plan Nacional fueron elaboradas en Brasil, India, Cuba e inclusive Indonesia.
Una nota publicada en el portal Armando.info en el 2016, develó que las vacunas antidiftéricas dependen de un acuerdo firmado entre Cuba y Venezuela, a través de la Empresa Socialista para la Producción de Medicamentos Biológicos, Espromed Bio C.A., creada en 2014 y localizada en la Universidad Central de Venezuela. En manos del Ministerio de Salud para “repotenciar su operatividad”, se esperaba que cumpliera con la demanda del país debido a que tiene la posibilidad de elaborar 160 millones de dosis anuales de toxoide difterio, vacuna antipertusis y toxoide tetánico con una planta de formulación, llenado, y procesamiento final con capacidad instalada de 120 millones de dosis al año.
En 2015, la empresa solo produjo el envasado y etiquetado de casi 22 millones de dosis de productos biológicos y medicamentos esenciales para la prevención de enfermedades causadas por virus, bacterias, toxinas, entre otros agentes. De las cuales solo se distribuyeron cinco millones, lo que “deja entredicho” la soberanía nacional o reafirma, de acuerdo a los números y la realidad, que la soberanía en Venezuela es al “estilo revolucionario”.