Para Henry Arias, secretario general del sindicato de trabajadores de CVG-Alcasa (Sintralcasa), hay que evitar que la empresa corra con la misma suerte que sufrió su muelle, que hoy es un monumento a la brutalidad gerencial.
Nota de Prensa
Hay situaciones por abordar con prontitud y políticas gerenciales acertadas, pero existe mucha incertidumbre en la población alcasiana, por la falta de seriedad con la que deben atacarse las dificultades internas, dijo Arias.
Un problema para resolver de inmediato, es el precario servicio de comida para los trabajadores, y que no pueden quedarse de brazos cruzados buscando a quien culpar, porque eso no es gerenciar, menos en medio de una crisis.
El presidente de la empresa, Ángel Marcano, debe llamar de manera urgente a todos los factores involucrados a una reunión, para tratar el tema de la comida, situación que no resolverán mandando a los trabajadores a sus casas y creando abandono a los puestos de trabajo.
“Quien gerencia no puede limitarse a buscar culpables, sin atacar el centro de la crisis”, agregó Arias porque hay que recordar que nadie se imaginaba que perderían el muelle de Alcasa, así como jamás pensaron que perderían la planta de Carbón, agregó.
“El tiempo se nos fue cultivando la esperanza de poder arrancar el Muelle o la Planta de Carbón, pero hoy solo son una montaña de chatarra inservible y saqueado por los garimpeiros”, denunció.
Quienes podían hacer algo, se les fue el tiempo también buscando culpables en los trabajadores o llamándolos profetas del desastre, y como ejemplo están el Muelle y la Planta de Carbón.
Culpar siempre a otros
Hay gerentes que su grado de ineptitud, los hace culpar al sindicato del deterioro que sólo deben solucionar ellos, con recursos de la empresa, sin embargo debemos aceptar que después del paro de 34 días Alcasa quedo herida, pidiendo auxilio por culpa ciertamente de dirigentes sindicales irresponsables, acotó.
Ya los sindicalistas no pueden estar jugando al gerente o el gerente a sindicalista, porque esta mala práctica, está convirtiendo a la empresa en una barraca, y es hora de tomar con seriedad la recuperación de Alcasa, concluyó.
Henry Arias: No podemos dejar que terminen de destruir la empresa