En horas recientes mi partido Primero Justicia, me dio la responsabilidad de ser su candidato a la gobernación del estado Yaracuy, confianza ésta que asumo desde la humildad que me caracteriza, pero con las fuerzas y las ganas de luchar de manera inquebrantable e incansable por la renovación y el cambio definitivo en la entidad, la cual la revolución la ha sumido en la peor tragedia política, social y económica, porque han pretendido hacer politiquería y populismo con el hambre y las necesidades de nuestra gente.
Sin embargo, en Yaracuy existe un liderazgo que se resiste a vivir de las dádivas y las migajas, que el cuestionado gobernador Julio León ha dado, a quien por cierto el PSUV lo lanzó a la reelección, como que si no fuera suficiente el caos y la miseria que ha creado en nuestro terruño, porque él es sinónimo de hambre, de inseguridad, de represión, de violencia, de tortura, de persecución, de censura y de cuanto calificativo se parezca a una dictadura.
A Dios gracias, contamos con un pueblo valiente que se resiste a morir a mengua, y confía plenamente en un trabajo que venimos desarrollando desde hace muchos años en Yaracuy. Hemos pateado todos los municipios, comunidades populares, urbanizaciones, caseríos, y siempre hemos estado de la mano y en defensa de las luchas de nuestros yaracuyanos. Estamos y siempre estaremos del lado de la democracia y de la reivindicación de los más necesitados de nuestra población.
Así que le digo a mi amado Yaracuy que soplan vientos de cambio, y les pido que no caigan en la manipulación de quienes lejos de aportar, juegan a la desmotivación y a la incertidumbre frente a las elecciones a gobernadores. Estamos cumpliendo con un deber constitucional que además estaba en mora, porque este proceso comicial debió realizarse el año pasado. También les digo que el hecho de que participemos en señal de rebeldía en esta lucha por el rescate de nuestros espacios, en modo alguno significa que abandonamos o abortamos todos los mecanismos y luchas que nos han traído hasta aquí.
Venezuela y Yaracuy están sumidos en una grave crisis social, pero sólo en unidad y confianza en la dirigencia opositora podremos salir adelante y dar paso al anhelo de nuestro pueblo que exige un cambio en la conducción política del país, para que haya justicia, paz, democracia, oportunidades y progreso.
Pongo mi nombre y mi lucha a la orden de todos los yaracuyanos que soñamos con un territorio próspero y democrático, juntos somos una fuerza invencible y nada ni nadie impedirá ese cambio que está escrito y bendecido por Dios.
Luis E. Parra
Diputado a la Asamblea Nacional
Primero Justicia Yaracuy
@LuisEParra78