Una nueva modalidad de transporte, poco segura, invade a diario las principales rutas públicas de la ciudad y en las horas picos. Ya es común observar camiones volteo, los 350 y 750, camionetas pickup y rancheras —mejor conocidas como “perreras”— llevando pasajeros, quienes esperan largas horas en las calles para montarse en un carro “porpuesto” o autobús, reporta el diario Panorama.
Factores como la escasez de repuestos y el alto costo de éstos, hacen que funcionen una menor cantidad de unidades de buses, microbuses y carros de cinco puestos. La situación es aprovechada por cualquier dueño de un camión de carga quien ofrece sus servicios colocando en riesgo la vida de cientos de pasajeros.
Las líneas de transporte consolidadas en la ciudad no aprueban esta iniciativa, que antes era observada en rutas que se dirigían exclusivamente a la subregión Guajira, y aseguran que los usuarios temen por su seguridad. “Las unidades no están acordes para transportar pasajeros”, denunció Julio Rodríguez, usuario de la línea Mercamara, y confiesa: “Pongo en riesgo mi vida, pero no me queda de otra porque no hay más transporte”.
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