Julio César Arreaza: Paso sin precedente

Julio César Arreaza: Paso sin precedente

 

Los adecos auténticos sentimos orgullo de la doctrina Betancourt que expesa que, para alcanzar la redención social de los pueblos es menester democracias estables electas en comicios escrupulosos por la soberanía popular. Y que para proteger estas democracias incipientes amenazadas por regímenes autoritarios había que extender un cordón profiláctico de la bota militar. Romper con ellos y aislarlos. Esta doctrina resultó gananciosa para los pueblos saqueados por esperpentos militaristas; siendo que toda regla tiene su excepción, allí tenemos a la Cuba expoliada castrista, hoy convertida por los usurpadores del poder en Metrópoli de Venezuela.

Los venezolanos nos encontramos asolados por un régimen que tiene mandando 18 años, una vez que hizo añicos el edificio republicano, la alternabilidad, la separación de poderes, el sistema judicial y el sistema electoral convirtiéndolo en una farsa como en Cuba, donde los Castro llevan 60 años eligiéndose con el 98% de los votos.

La sociedad se declaró en rebelión popular en 2017, y convocó una consulta histórica, donde el soberano decidió ponerle fin a una política de estado represiva, que permitió el uso de armas letales contra manifestantes pacíficos.

Aparece un discípulo de Betancourt al frente de la OEA, con determinación para defender las instituciones y los DDHH. Ante el ataque masivo a la población civil, considera al régimen una amenaza para la estabilidad del hemisferio, con la protuberancia del narcotráfico enquistado en estructuras de gobierno, colectivos, pranato, gobernaciones y FA.

Con coraje singular el uruguayo del Derecho, da un paso sin precedentes, creando un comité de expertos para investigar los crímenes de lesa humanidad y las torturas sistemáticas, con el testimonio de las victimas presentes. Ya no estamos solos, el mundo nos acompaña. El desprestigio y la ilegitimidad acompañan al régimen.

El mundo reacciona, ante la configuración de un estado mafioso, una narcodictadura.

El diálogo solo cabe para acordar los términos de la salida de Maduro. El Papa Francisco no sabe que tiene Maduro en la cabeza. Ya basta de soportar el desastre humanitario con más de 600 presos políticos.

Lo que procede es la sustitución constitucional del régimen, un nuevo CNE, liberación de los presos políticos y el retorno a exiliados. Que se abra un canal humanitario alimentos y medicinas y el reconocimiento pleno de la AN.

No más escaramuzas gatopardianas para que todo siga igual. El ilegítimo quiere evitar las sanciones europeas, es en Europa donde tienen el dinero robado y viven los familiares. Queremos transición y no seguir con el tira y encoje que nada se resuelve. No se puede vivir con una economía desquiciada, con un gobierno gobernando por decreto y sin justicia.

¡No más prisioneros políticos, torturados ni exiliados!

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