La baja capacidad hotelera en San Antonio del Táchira, con solo 800 camas, llevó a algunos migrantes de Venezuela que vienen a Cúcuta a pasar sus noches en cualquier parte, incluso en el cementerio, reseña La Opinión.
Quienes no pueden pagar un hotel encuentran en las instalaciones del cementerio garantías para su aseo personal, lavar ropa y usar los baños públicos.
Los vecinos del camposanto afirman que los visitantes entran cerca de las 10 p.m, luego de que se cierra el paso en el Puente Internacional, y salen tempran.