Si las cosas se pudieran planear nadie se quedaría en una ciudad a esperar un gran terremoto, sino que evacuaría antes como se hace cuando se pronostica un huracán. Aquí algunas claves sobre los movimientos telúricos, reseñó El Diario Las Américas.
– ¿Es posible prever un terremoto?
Nadie puede prever cuándo y dónde va a ocurrir un terremoto, aunque en las redes sociales a veces circulan mensajes que aseguran que tendrá lugar un sismo en un día específico y con una magnitud determinada. “Los sismos no se pueden predecir”, dijo el responsable del Centro Nacional de Prevención de Desastres de México, Carlos Valdés. “La tierra no tiene palabra y debemos estar prevenidos siempre”.
– ¿Cómo se prepara la población en México para un terremoto?
A partir de la experiencia del sismo del 19 de septiembre de 1985 en Ciudad de México, que dejó miles de muertos, se creó un sistema nacional de Protección Civil. Cada año se hace un “megasimulacro” en el aniversario de la catástrofe, entre otras acciones. Escuelas, edificios públicos y oficinas son evacuadas como parte del ejercicio de toma de conciencia. Se establece una hipótesis de terremoto -con magnitud y epicentro ficticios- y las autoridades hacen recorridos para atender supuestos daños como si fuera una situación real.
– ¿De qué manera funciona la alerta sísmica?
La alerta sísmica suena por altoparlantes -en las ciudades donde está instalada- unos 50 segundos antes de que lleguen las ondas sísmicas de un terremoto generado en otro sitio. Es una advertencia que permite evacuar a tiempo edificios bajos o buscar resguardo si ya no se alcanza a salir. La señal es emitida desde sensores colocados en lugares donde se originan los sismos, principalmente la costa del Pacífico. El martes el epicentro estuvo a 120 kilómetros de la Ciudad de México y no hubo tiempo de que la alerta le ganara a la onda sísmica: la tierra empezó a moverse antes de que empezara a escucharse la sirena.
– Desde el aire, después del terremoto del martes, se veían edificios derrumbados junto a otros que quedaron intactos. ¿De qué depende que unos se derrumben y otros no?
Un elemento fundamental es la calidad de la construcción. Después del terremoto de 1985, que fue devastador, se establecieron normas de construcción mucho más estrictas en Ciudad de México, pero hay zonas donde todavía hay edificios construidos antes de 1985. No obstante, la fecha de construcción no es garantía de que sea un edificio seguro e incluso edificios modernos pueden caerse y otros más antiguos resistir ilesos. También depende del suelo y la onda sísmica. La corrupción y la falta de supervisión juegan igualmente un papel, ya que muchas veces se construye sin respetar las normas para ahorrar costos.
– ¿Cuánto tiempo puede sobrevivir una persona bajo de los escombros?
No hay un patrón único. Dependerá de si la persona tiene suficiente oxígeno, su edad y estado de salud, si tiene agua y la posición en la que haya quedado atrapada. En 2010 una joven de 16 años, Darlene Etienne, fue rescatada 15 días después del terremoto de Haití muy deshidratada. Sin embargo, esos casos se consideran casi un milagro. Después de tres días bajan mucho las esperanzas de encontrar sobrevivientes.
– ¿La gente volvió a sus actividades normales después del sismo del martes de México?
En las zonas más afectadas la actividad se redujo, algo que permite operar mejor a los servicios de emergencia, pero en el resto hubo actividad en bancos, oficinas e instituciones públicas. Más de 14 millones de estudiantes están sin clases en las escuelas de diez estados del país, incluida la capital, mientras se hacen revisiones de infraestructura. Algunas empresas dieron el día libre a sus empleados. A los edificios con daños estructurales no se puede regresar a trabajar y en localidades muy dañadas el estado de emergencia obliga a suspender gran parte de las labores.