Al menos cinco personas murieron en un nuevo ataque de la organización terrorista Boko Haram en las localidades de Fotokol y Kolofata, en el norte de Camerún, muy cerca de la frontera con Nigeria, informaron este jueves fuentes de seguridad, reseña EFE.
En las incursiones, que tuvieron lugar anoche, los terroristas tomaron a mujeres y niños como rehenes antes de escapar, por lo que las fuerzas de seguridad se han movilizado para liberarlos y aprehender a los captores.
Kolofata, municipio muy próximo a la frontera con Nigeria, de donde es originaria Boko Haram, ha sufrido otros cinco ataques en las últimas cuatro semanas, el último de ellos el pasado día 13, cuando una niña detonó los explosivos que llevaba adheridos al cuerpo en una mezquita llevándose consigo la vida de 4 personas.
El último golpe de Boko Haram se produjo en la localidad de Kossa, también en el norte del país, en el que murieron tres civiles y los dos terroristas suicidas, que también dejaron tres heridos tras detonar la carga explosiva que portaban.
En los últimos meses, Camerún sufre una escalada de violencia que ha provocado la muerte de cerca de 200 civiles, según datos de Amnistía Internacional.
Frente a esta multiplicación de los ataques, el Batallón de Intervención Rápida camerunés realiza una operación de seguridad en la frontera con Nigeria, donde construye zanjas de cuatro metros de profundidad a lo largo de 100 kilómetros para frenar la entrada de yihadistas en el país.
Según expertos consultados por Efe, los radicales islámicos quieren convertir el lago Chad es su nuevo bastión, después de que el Ejército nigeriano les haya ganado terreno en el norte de su país.
Desde 2014 la guerra contra Boko Haram ha costado en Camerún la vida de más de 2.000 personas, así como el desplazamiento de al menos 160.000, la mayoría en el norte del país, según cifras divulgadas por la prensa del país.