El rescate de una niña que se encuentra atrapada bajo los escombros de una escuela que se desplomó por el terremoto que azotó a México se complicó el jueves, justo cuando parecía que la liberación de la menor estaba cerca de lograrse tras más de 15 horas de intensas labores, reseña Reuters.
La niña estaría atrapada más abajo de lo que se pensó inicialmente, lo que complicaba las labores para alcanzarla, mientras las horas seguían avanzando y aumentaba la incertidumbre.
“La información es muy incierta en cuanto a la ubicación con precisión, ese es el mayor problema que hemos tenido, por eso hemos sido cautos”, dijo a la cadena Televisa el almirante José Luis Vergara, encargado del rescate. “Pero la realidad es que no sabemos el punto exacto”, añadió.
Vergara dijo que están siendo muy cuidadoso pues lo endeble de la estructura y el tiempo que ha transcurrido “complican la posibilidad de salvar con vida o en buen estado de salud a la persona que pudiera estar atrapada”.
Decenas de socorristas y marinos trabajaban a marchas forzadas para tratar de llegar desde diferentes ángulos a la niña, cuyo intento de rescate era seguido por la población en transmisión en vivo por la televisión local.
En el colegio de educación media y básica Enrique Rébsamen, al sur de la Ciudad de México, fueron rescatados el martes 11 menores y se recuperaron 25 cadáveres, 21 de ellos de niños y cuatro de adultos. En total, el terremoto magnitud 7.1 que azotó la parte central de México ha dejado hasta el momento 233 muertos.
Ayuda internacional
El presidente Enrique Peña Nieto dijo la noche del miércoles en un mensaje a la nación que se han rescatado con vida a más de 50 personas de entre los escombros en la capital mexicana y dijo que su Gobierno ha aceptado la ayuda técnica y especializada que han ofrecido varias naciones a México tras el devastador sismo.
“Ante la fuerza de la naturaleza, todos somos vulnerables, y por eso, todos somos uno cuando se trata de salvar una vida o ayudar a una víctima”, dijo el mandatario.
Además de la capital, el demoledor sismo provocó daños y muertos en los estados de Morelos, Estado de México, Puebla, Guerrero y en el sureño Oaxaca, golpeado junto con Chiapas por un terremoto magnitud 8.1 a inicios de septiembre que dejó casi 100 muertos.
En la capital varios edificios colapsaron y otros tuvieron que ser desalojados ante la posibilidad de algún derrumbe. De acuerdo al gobierno de la ciudad 2,400 inmuebles debían ser revisados.
Vecinos de una popular y céntrica colonia en la Ciudad de México temían sobre lo que podría suceder con edificios dañados en la zona.
“Ahorita con las lluvias y todo lo que ha pasado tememos le peor”, dijo Teresa Vadillo, ama de casa de 57 años. “Nuestro temor es que si se llega a colapsar se nos vaya a venir encima”, dijo sobre un edificio vecino al inmueble en el que vive.
El temblor se produjo en el aniversario del letal terremoto del 19 de septiembre de 1985, que dejó miles de muertos en la capital y se mantiene fresco en la memoria de los mexicanos tras más de tres décadas de haber sucedido.
Por Adriana Barrera/Reuters