Los esfuerzos por encontrar vida en edificios de Ciudad de México destruidos por el sismo que causó casi 300 muertos se prolongaban de manera desesperada por cuarta noche consecutiva, con unas posibilidades de sobrevivencia mínimas, reseña AFP.
Los rescatistas equipados con tecnología de punta centraban la búsqueda en cinco puntos de la ciudad donde aún hay signos de vida entre los amasijos de concreto y fierro, indicaron las autoridades de protección civil federal.
“Esta noche será pesada porque el tiempo ha sido mucho, pero no cejaremos, han sido momentos difíciles de la mano de la gente”, dijo en la madrugada de este sábado Luis Felipe Puente, director de Protección Civil federal, a la cadena Televisa.
Entre rumores en redes sociales de que maquinaria pesada ya iniciaría la remoción de escombros, el gobierno federal y la alcaldía han insistido en que se agotarán todos los esfuerzos por rescatar personas con vida.
“Familias nos reportan que sus familiares están ahí, estamos haciendo el mejor de los esfuerzos (…) No se puede meter maquinaria donde puede haber alguien con vida o sin vida”, sostuvo.
El protocolo posterior a sismos marca que las posibilidades de sobrevivencia de una persona atrapada en escombros llegan a su límite a las 72 horas, pero en otros desastres la resistencia humana ha superado expectativas, como en el terremoto de 1985 que dejó más de 10.000 muertos en Ciudad de México.
El alcalde de la capital, Miguel Angel Mancera, dijo a Televisa que en un balance entre el número de muertos, las personas rescatadas con vida y los reportes de desaparecidos, aún se debe localizar a “unas 20 personas” que estarían en los escombros, aunque sin la garantía de que todos sigan con vida.
– Cientos expectantes –
En un punto en el que se tiene esperanza de que haya vida en los restos de un edificio de oficinas de cinco pisos, aplastados uno encima del otro, en el céntrico sector Roma-Condesa.
En la madrugada, los familiares de personas atrapadas firmaron una autorización a fin de que se introdujera maquinaria para remover escombros de manera quirúrgica de tal forma que se aceleraran los trabajos procurando no arriesgar la integridad de sus seres queridos.
“Esto nos está dando muchas esperanzas porque esto no se estaba viendo ayer… (el avance) es muchísimo, es enorme. Nos han dicho que sí se han detectado zonas donde hay vida, han subido los perros y los perros han reafirmado vida”, dijo a la AFP Paola Solorio de 35 años, que tiene a tres familiares atrapados.
Cerca de las cinco de la mañana, los rescatistas ataron cadenas a una grúa para retirar grandes bloques de escombro, en una tarea larga y laboriosa.
“Los equipos de búsqueda y rescate harán de manera quirúrgica cortes y luego con la grúa levantaremos”, explicó Ricardo de la Cruz, director general de Protección Civil federal, minutos antes del inicio de los trabajos.
En Tlalpan, en el extremo sur de la capital, la esperanza se enfocaba en las señales de vida que los rescatistas japoneses detectaban entre los escombros.
Cuando los puños se levantaban al aire, señal que se ha multiplicado en todos los derrumbes para pedir silencio, de manera casi mágica más de 500 personas no solo callan, sino que se congelan por varios minutos.
En los rescates se han vivido escenas estremecedoras: decenas cantando el himno mexicano tras concluir labores de rescate, los japoneses quitándose su casco y haciendo una reverencia ante un cadáver que recuperaron o un voluntario que le dice jocoso a una joven que rescataron que los tendrá que invitar a cenar a todos.
Hasta la madrugada del sábado sumaban 298 muertos por el sismo: 160 en Ciudad de México, 73 en el estado de Morelos, 45 en Puebla, 13 en Estado de México, 6 en Guerrero y uno en Oaxaca, según datos de Protección Civil federal.
Se han identificado a ocho extranjeros entre las víctimas del sismo: una panameña, un argentino, un español, un surcoreano y cuatro taiwanesas.
por Jean ARCE/AFP