El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, aseguró hoy que la presa de Guajataca, al noroeste de la isla, presenta “señales de posible colapso”, debido al exceso de agua que contiene tras el paso del huracán María.
En una conferencia de prensa, Rosselló reiteró a la población adyacente a la misma que tienen en efecto una orden de desalojo desde el pasado viernes y que deben cumplirla, además de que se trata de una zona de emergencia.
Por otro lado, recordó que se vigila de cerca la presa de Toa Vaca, al sur de la isla, también por sus altos niveles de capacidad.
Sin embargo, subrayó que no se ha pedido desalojo en Ponce, Villalba y Juana Díaz, que son las poblaciones que se podrían ver afectadas en caso de que hubiera algún fallo en dicha obra hidráulica.
El pasado viernes la presa de Guajataca comenzó a ceder debido al volumen excesivo de agua que contenía por el paso del huracán María este miércoles.
Los responsables de la misma, entre ellos, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, se mantienen desde entonces vigilantes de su evolución tras detectar una grieta en la misma de alrededor unas 14 pulgadas (unos 36 centímetros).
Desde que fuera observada la fisura, el Gobierno y autoridades locales ordenaron desalojar zonas del área de Isabela y Quebradilla, así como los alrededores y otros lugares que se pudieran ver afectados en caso de que la presa terminara de ceder.
El desalojo fue asistido con la ayuda de la Guardia Nacional.
En la tarde de este viernes, el Servicio Nacional de Meteorología había advertido de inundaciones repentinas en ambos pueblos, aunque la Oficina Municipal para el Manejo de Emergencias local precisó que en caso de que se terminara de romper la presa no se verían afectados por completo ambas localidades y adyacentes.
El fallo en la obra hidráulica se debe al exceso de capacidad de la presa por las lluvias y desbordamientos de ríos que trajo consigo el ciclón a su paso esta semana por Puerto Rico.
La presa fue construida en 1920.
EFE