Representantes de los partidos Republicano y Demócrata de Estados Unidos quisieron este miércoles dar una imagen de unidad ante el problema al que se enfrentan los beneficiarios del plan de Acción Diferida (DACA), después de que el presidente Donald Trump anunciara en septiembre el fin del programa, reseñó EFE.
“Encontraremos un punto de encuentro porque, aunque tenemos nuestras diferencias, el concepto es que puedan obtener la ciudadanía”, señaló el senador republicano Lindsey Graham, que compareció ante los medios acompañado por el legislador demócrata Dick Durbin en Washington.
Ambos legisladores forman parte del Comité Judicial del Senado, que trabaja en redactar una propuesta de ley que pueda ser aprobada por el Congreso de EEUU antes de que el programa sea suspendido, el próximo 5 de marzo de 2018.
En la comparecencia, que tuvo lugar ante el Capitolio, los dos legisladores estuvieron acompañados por varias decenas de “dreamers” (“soñadores”), que es como se conoce popularmente a los inmigrantes ilegales que entraron en el país siendo niños, que acudieron hoy a Washington para presentar sus testimonios ante la comisión.
“Cuando empezamos a hablar no de estadísticas, sino de personas reales, es cuando empezamos a ver la importancia del asunto”, señaló Durbin, quien añadió que los cerca de 800.000 “soñadores” que en la actualidad viven en el país representan un “valor real” para el país.
El pasado 5 de septiembre, Trump anunció el fin de este programa, que fue implantado en 2012 mediante una orden ejecutiva firmada por el entonces presidente, Barack Obama, y que tenía como objetivo regularizar la situación de estos jóvenes para que pudieran estudiar, trabajar y viajar.
Tras cancelar el programa, el mandatario dio un plazo de seis meses al Congreso para sacar una legislación que ofreciera una solución permanente y que, según apuntan miembros de la Administración, podría ir en el sentido de dar a los “soñadores” acceso al permiso de residencia permanente, lo que a la larga abriría la vía de la ciudadanía.
“Les voy a decir el porqué soy optimista: creo que el presidente tiene la actitud correcta para solventar este problema”, valoró el legislador republicano.
Sin embargo, la mexicana Bebe Martínez, una de las beneficiarias del DACA presentes en el acto, confesó a Efe que es difícil confiar en un presidente que “te señala” al afirmar cosas tales como que sus compatriotas “son violadores”.
“Ahora las cosas son muy complicadas porque el apoyo que recibimos del presidente no es el esperado. Eso complica las cosas y hace difícil el ser optimista”, lamentó Martínez, quien llegó al país cuando apenas tenía siete años y que en la actualidad cursa Estudios Asiáticos en la Universidad de Furman, en Carolina del Sur.
El Congreso se planteó, por primera vez, la situación de los soñadores en 2001 con el “Dream Act” y, en 2013, estuvo cerca de regularizar su situación mediante una reforma migratoria, que finalmente no fue aprobada.
“Una cosa que aprendí cuando no salió el ‘Dream Act’ es que no debo poner mis esperanzas en un pedazo de legislación, así que ahorita pongo mi esperanza en la comunidad”, comentó a Efe Guadalupe Pimentel, una joven mexicana de Veracruz que llegó al país en 1999 y que hoy estaba en Washington para contar su historia en el Senado.
Pese a la imagen de unidad ofrecida hoy por Graham y Durbin, el Congreso se encuentra actualmente dividido entre los demócratas, que apoyan el regularizar la situación de los “soñadores”; y la mayoría de los republicanos, que condicionan su ayuda a la obtención de fondos para reforzar la seguridad fronteriza.