Una prostituta reveló las macabras fantasías sexuales del tirador de Las Vegas

Una prostituta reveló las macabras fantasías sexuales del tirador de Las Vegas

Foto divulgada de Stephen Paddock
Foto divulgada de Stephen Paddock

 

Una prostituta que trabajó como acompañante de Stephen Paddock alrededor de nueve veces entre noviembre de 2015 y junio de 2016 reveló las macabras fantasías sexuales del autor de la masacre de Las Vegas que mató a 58 personas e hirió a más de 500 víctimas, reseña Infobae.

Según la fuente, que decidió mantener su identidad anónima, Paddock se jactaba de ser hijo del atracador de bancos y uno de los diez hombres más buscadas del FBI.





“No tuve nada que ver con él, pero la mala racha está en mi sangre. Yo nací malo”, le escribió Paddock en una ocasión en un mensaje de texto al que accedió el periódico británico The Sun.

Según la acompañante, Paddock era un hombre “obsesivo” y “paranoico” que siempre hablaba de teorías de conspiración e incluyo creía que los atentados del 11 de septiembre de 2001 fueron orquestados secretamente por el gobierno estadounidense.

La mujer de 27 años también dijo que Paddock, quién ganó más de 4,5 millones de dólares en 2015 por sus apuestas, le pagaba alrededor de USD 7.800 por sus servicios cuando visitaba Las Vegas sin su novia, Marilou Danley, de 62 años.

En una ocasión, la mujer admitió haberse hospedado en el Mandalay Bay, el mismo hotel desde donde cometió el ataque el domingo pasado.

“Cuando conocí a Stephen por primera vez, acababa de dejar una relación abusiva y estaba empezando todo de nuevo con nada más que la ropa que llevaba puesta”, contó la prostituta al tabloide británico.

“Parecía que él quería ayudar. Íbamos a los casinos juntos y él pasaba horas bebiendo y jugando. Pero cuando él tenía una racha ganadora, volvíamos a la habitación y teníamos sexo agresivo y violento”, continuó.

El mismo impulso por el cual Paddock disfrutaba tener relaciones sexuales como si estuviese perpetrando una violación se refleja en otro mensaje de texto que recibió la mujer, en el cual admite su deseo de atarla y tener sexo con ella “mientras grita por auxilio”.

“Tenía un lado oscuro y retorcido. Pero aun así, nunca hubiera imaginado que haría algo así”, confesó la mujer.