Las últimas encuestas publicadas durante la semana pasada indican que los candidatos postulados por los partidos que integran la Mesa de Unidad Democrática (MUD) obtendrán la mayoría de las gobernaciones en las elecciones del próximo domingo.
Asimismo, los sondeos de DatinCorp, Delphos y Hercon muestran un incremento en la participación electoral que sitúan por encima de 60%, superando el 52% alcanzado en 2012. Según Jesús Seguías, presidente de DatinCorp, “hay estados en que los niveles de participación se ubica en 80%”.
La motivación para votar se debe fundamentalmente a los mensajes de “ocupar los espacios” por los “creadores de opinión” en las redes sociales, y de la Iglesia venezolana que advirtió “no ejercer el sufragio en los próximos comicios implicaría condenar al país”. Porque los dirigentes de la MUD se desvincularon con un sector de la oposición venezolana, cuando cambiaron la estrategia de “la salida” del régimen de Nicolás Maduro. Al pasar de la “desobediencia civil” -acción no violenta o resistencia pacífica- a la lucha electoral, sin exponer ni las causas ni la nueva hoja de ruta.
Los dirigentes de los partidos de la MUD han asumido que su militancia está compuesta por el universo de opositores al régimen de Maduro. Y como tal, les deben obediencia a “la línea del partido” acordada por la cúpula o cogollo de la MUD -una práctica común en la política venezolana durante el período 1960-2000-, gravitando sobre una relación de dependencia líder/pueblo.
En Venezuela, los últimos 18 años de lucha política y el desarrollo de las redes sociales han introducido cambios en la relación partido-militante-sociedad civil que fortalecen una relación de interdependencia líder/ciudadano. Una relación que ha favorecido la inclusión ciudadana a través del discurso con información veraz y oportuna de los dirigentes. A pesar de la actitud militante dependiente de una parte de la oposición por el día a día que atraviesa: alto costo de la vida, escasez, e inseguridad.
En el último estudio de opinión pública de Hercon se observa que 4 de cada 10 venezolanos no se identifican con ningún partido político venezolano. Representan la mayoría electoral. Y es el “grupo electoral” que exige una relación de interdependencia con la MUD.
Para las elecciones del 15-O, los “creadores de opinión” y la Iglesia han logrado motivar 3 de los 4 NS/NC, según Hercon. Porque la MUD obtiene 61,1% y el Oficialismo 32,4% cuando los encuestados responde ante la pregunta ¿por cuál candidato a la gobernación votaría?.
El impacto electoral de las elecciones de gobernadores sobre la realidad económica y social de Venezuela será mínimo. Todo lo contrario en lo político. Porque la oposición pasaría a tener la mayoría de las gobernaciones. Lo que reforzará la tesis de que el régimen de Maduro es minoría. Algo que sucedió en la elecciones paramentarías del 6 de diciembre 2015, en la que la MUD obtuvo las dos terceras partes de los diputados -una gran victoria electoral. Sin embargo, el régimen enfrentó esa derrota creando una crisis de gobernabilidad. Al desconocer las funciones del poder legislativo.
Con un nuevo triunfo electoral de la MUD ¿cuál es el efecto que puede tener en la salida de Maduro? La respuesta es un enigma. Porque no se conoce la hoja de ruta de la MUD para tal fin.
Si la MUD lo que busca es apalancamiento con el triunfo en las elecciones de gobernadores para fortalecer su posición en el dialogo de Santo Domingo en el que se tratan, entre otros:
-las elecciones municipales y presidencial en el 2018;
-la ley de amnistía para los presos políticos y para los miembros del régimen que cometieron crímenes de lesa humanidad y/o están sancionados por Estados Unidos y Canadá;
-la restitución de los derechos políticos a todos los inhabilitados,
-la ayuda humanitaria;
-el reconocimiento a la Asamblea Constituyente para que reforme la Constitución en la incorporación de los programas sociales, la modificación de la participación del Estado en las Empresas Mixtas en el sector de hidrocarburos, etc.,
y Maduro dice hace 3 días que “[hay] un 95% de avance de un acuerdo con la oposición política”, entonces la MUD debe informar a la oposición su intensión, para logar el capital político necesario al momento del acuerdo final. Utilizar la “línea del partido” reduciría su piso político a 32%, que es con lo que cuentan los partidos de la MUD.
Lo contrario será otra victoria para la MUD con muy pocos resultados tangibles. Porque el régimen de Maduro tiene todos los mecanismos para anular la acción de los gobernadores. Como lo ha hecho anteriormente, inhabilitándolos, y creando estructuras paralelas que funcionan como gobierno regional. La oposición viviría de nuevo el “déjà vu” de la Asamblea Nacional.
En el caso de que Maduro y sus secuaces resuelvan cambiar los resultados esperados este domingo, la MUD debe informar la hoja de ruta para hacer valer la voluntad de los electores. Las acciones y actividades para seguir deslegitimándolo ante la comunidad internacional y el país, hasta alcanzar su salida.
Por todo esto la gran pregunta a la MUD es “what next”. El tiempo que le tome informar determinará la salida del régimen.
Antonio de la Cruz
Director Ejecutivo de Inter American Trends @iatrends