Escribo en domingo sin saber aún los resultados oficiales u oficiosos de la elección de gobernadores. Sin embargo no tengo dudas con relación a lo sucedido en la mayoría de los Estados. Especialmente en los de mayor concentración poblacional y sus consecuencias, a todos los efectos, en la vida del país. Sin embargo, a pesar de la incertidumbre, ratifico mi convicción de que esto no puede ni debe continuar. Ya es tiempo suficiente para cambiar radicalmente el rumbo de esta Venezuela saqueada y en ruinas. Hacia ese objetivo deben dirigirse todos los esfuerzos del país que aspira a una vida en democracia y Libertad.
Estas palabras son un llamado a la acción. Ya basta de diagnósticos y de una retórica que no va a la raíz de los problemas agotándose en repetir lo que todos sabemos y la inmensa mayoría de los venezolanos sufre. La Nación aspira que la dirigencia opositora a lo actual actúe en dirección directa para producir el cambio aspirado y necesitado.
No sé si la actual dirigencia agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática, estará de acuerdo con lo que aquí estamos señalando, pero en lo personal no tengo dudas al respecto. En consecuencia, superada exitosamente la pasada jornada dominical debe entenderse que entramos en la etapa más difícil, en la del resteo absoluto y total en contra de un régimen rechazado mundialmente y responsable de la ruina de una nación como la nuestra.
Me alegra constatar el triunfo de los candidatos opositores en la mayoría de los estados con mayor porcentaje poblacional, especialmente en el Zulia, pero eso no basta. El reto ahora es mayor y definitivo. Soy optimista en cuanto al futuro cercano, siempre y cuando no abandonemos la lucha por el camino central. Mientras Maduro esté ejerciendo la presidencia y este régimen se mantenga, no habrá solución para ninguno de los graves problemas de la nación. Ese es el reto que tenemos que sumir responsablemente.
Hipocresía, arrogancia, cinismo, corrupción e incompetencia son características imposibles de disimular. Frente a estos factores Venezuela tiene que rebelarse en defensa de la libertad y de la existencia misma. En muchos existe la lógica incertidumbre del desenlace pero no se debe prestar atención a los especialistas en sembrar desconfianza cuando se necesita mucho valor y coraje para superar las dudas que asaltan a muchos.
En esta hora definitiva no podemos aceptar manifestaciones ambiguas o dudosas. Frecuentemente la imparcialidad es el disfraz tramposo de los oportunistas. Legó el momento definitivo. No sobra el tiempo. La unidad de la Venezuela democrática tiene que manifestarse a diario y sin concesiones. No hay solución a nada mientras este régimen exista.
@osalpaz