La madre del perseguido político Marcos Coello, Doris de Coello, denunció en la cuarta audiencia pública que realiza la Organización de Estados Americanos (OEA) todas las injusticias que ha vivido su hijo desde el año 2014 cuando el gobierno de Nicolás Maduro lo involucró sin pruebas en actos violentos durante las manifestaciones de febrero de ese año.
Nota de prensa
“A mi hijo Marcos lo torturaron, lo envolvieron en una colchoneta de goma espuma y lo golpearon con un bate, palo de golf y un palo de madera. Además lo rociaron de gasolina y lo amenazaron con matarlo sino firmaba un documento en donde involucraba a Leopoldo López de actos violentos. Al momento de su detención lo arrodillaron y lo esposaron por 5 horas y los funcionarios que estaban dentro del centro de detención golpeaban su cabeza contra de la pared, y le pisaban los pies”, denunció Coello.
En este sentido, aseguró que funcionarios del Estado reprimían con armas de fuego a manifestantes cuando fue detenido su hijo quien participaba de manera pacífica en la marcha del 12 de febrero de 2014. Lo apuntaron con armas y lo golpearon hasta arrestarlo y trasladarlo a un centro de detención.
“Las torturas de Marco Coello cursa ante la Corte Penal Internacional en el caso que lleva la doctora Tamara Suju y las Naciones Unidas declaró que su detención fue arbitraria, así como lo hizo la organización Human Rights Watch”.
Coello señaló como responsables de las irregularidades procesales a las juezas Juezas Yaneth Jeréz, Jannet Ranelis Tovar, Adriana Tovar y Susana Barreiros y a los funcionarios del Ministerio Público Narda Sanabria, Juan Carlos Tabaré, Luis Fotti, Glendys Duque Sandoval y el fiscal Franklin Nieves, quien posteriormente salió de Venezuela y admitió haber recibido órdenes y presiones para inculpar a su hijo en actos violentos sin pruebas y motivado por razones políticas.
“A mi hijo lo sometieron a un juicio en donde se le negó la posibilidad de presentar pruebas. El juez de primera instancia le aceptó la presentación de pruebas y posteriormente la jueza Susana Barreiros las desestimó. La parcialidad mostrada por los tribunales y el temor por la vida y la integridad de Coello llevó a su familia a garantizar su salida del país”, detalló.