El caso tuvo lugar en Italia y ha sido destacado por la revista Canadian Medical Association Journal (CMAJ), donde lo describen como un caso de lo más inusual. La paciente de 21 años llevaba tres sangrando, con episodios que duraban entre uno y cinco minutos, especialmente durante el sueño y mientras hacía ejercicio. Sin embargo, no había heridas en su piel ni un desencadenante que resultara obvio para los médicos. Las hemorragias eran espontáneas, y más intensas cuando la joven estaba estresada, reseña Gizmodo.
Después de tratar a la paciente por su depresión y ansiedad, los dermatólogos del hospital de Florencia la diagnosticaron con hematidrosis, una condición muy rara que hace que algunas personas rezumen sangre por la piel. Si bien existen decenas de artículos e historiales sobre el trastorno (la primera mención del “sudor de sangre” se remonta a Aristóteles en el siglo III a. C.), muchos médicos dudan de su existencia por su histórico vínculo con la religión.
La hematidrosis se asocia desde la Edad Media con una reliquia religiosa conocida como el “velo de la Verónica”, un paño que según la tradición católica quedó impreso con la cara de Jesús. En 2012, un estudio científico mencionó que el trastorno “no había sido confirmado científicamente”, y a día de hoy los médicos no saben qué causa exactamente la afección.