José Luis Monroy: Que viva la derrota, que viva el cinismo

José Luis Monroy: Que viva la derrota, que viva el cinismo

 

Es esta una de las paradojas que inhabilitan, invalidan la democracia como procedimiento

Hola que tal mi gente, a los que pregonan inflamados que la voluntad del pueblo debe regir, y que debe expresarse en las urnas, que es ella, la voz comunitaria, ordenada y sopesada, la que ha de determinar el rumbo, les tengo malas noticias.

Al margen de los resultados contables de las elecciones del domingo 15 de octubre, y cuyo análisis, indispensable, dejo para otra ocasión, déjenme decirles que la victoria cegadora de unos y la derrota anonadante de otros, no se dieron, ni una ni otra, en las urnas. La primera había sido sellada semanas antes, por los vencedores, y la segunda se encargaron de forjarla, al rojo, en la fragua aún incandescente de su desastre, los vencidos.

Si usted, ciudadano ejemplar, fue de los que, contra viento y marea, acudió a cumplir con su obligación cívica y a expresar su opinión, resumida en una cruz, o en una maquinita, como si fuera usted un niño de kínder, permítame oscurecer su júbilo o, en su caso, ahondar su pena por el resultado. La suerte estaba echada mucho antes de que se abrieran los colegios, y su voto lamento decírselo, pero alguien tiene que hacerlo, no tuvo la más mínima importancia.

Es esta una de las paradojas que inhabilitan, invalidan la democracia como procedimiento —finalmente no es más que eso— de gestión social: La voluntad individual no va a modificar la voluntad colectiva.

¿Dónde, cuándo y cómo ganó el PSUV con ese margen descomunal? Las causas de fondo de la permanencia, persistencia y por lo visto vigencia psuvista son históricas y obedecen a la estrecha imbricación que existe entre el Revolucionario Institucional y sus antecesores con la historia contemporánea de Venezuela.

Pero es de las causas recientes, a flor de piel, que quiero hablar hoy. No sé si fue en Republica Dominicana el lugar preciso en el que se gestó, se confabuló el triunfo, pero le puedo asegurar que fue en una sala elegante. Han de haber asistido media docena de dirigentes a los cuales ud admira mucho, (o admiraba). Discutieron y se pusieron de acuerdo. No estuve ahí, pero como si hubiera estado. Todas las pinches (como dicen en mi querido México) reuniones se vienen dando iguales. Así que hágame caso.

Lo particular es que, resultados a la vista, en ésta los participantes eran sagaces y consiguieron conciliar intereses y ponerse de acuerdo. No hay duda. Eso no siempre sucede. Pregúntenle si no a los defenestrados del G 4 Así los voy a llamar, “Los Defenestrados del G 4”. Como si de una vecindad se tratara. De Ramos Allup  p’abajo.

En la reunión de marras se consiguió amarrar el acuerdo. Y sobre todo se acordó ese gambito magistral, para hablar en términos ajedrecísticos que convienen al caso, que consistió en sacrificar al delfín cantado, Leopoldo el pobre Leopoldo, a su esposa no le queda más sino, inventarse una de novela, bueno que se la escriba Leonardo Padrón. Como quien dice, a los defenestrados del G 4 les comieron el mandado. Eso se llama política y de la sucia.

La derrota de los derrotados tampoco se dio en las urnas. En fin, en las urnas perdieron las gobernaciones. Es un trago amargo, de acuerdo, pero nada del otro mundo. Total, como se dice ahora, estaba “presupuestado”. No, la auténtica, fatal, irremisible derrota, se dio el domingo mismo por la noche, una vez los temidos resultados confirmados.

Los capitanes vencidos, magullados y humillados, entre harapos ensangrentados, sobre el Paisaje Después de la Batalla, abrieron la boca. Nunca lo hubieran hecho. No era el momento. Hubieran dicho: “Vamos a discutirlo, haremos un balance y mañana diremos algo”. Pero no, en el ardor de la madriza, con la nariz sangrando y las orejas ardiendo, se les fue la lengua. Y convirtieron un descalabro grave, en una derrota histórica, que hipoteca su futuro mismo como organizaciones.

Eso que llaman MUD esta como di JJ RENDON de eutanasia, señores ya basta hasta cuando se burlan de la gente, de un paso al costado, aquí les voy a decir otra cosa, no lo van hacer, su prepotencia, su cinismo no lo permiten, su compromiso con el régimen los lleva a esto a costilla de que ud amigo mío sea tan sacrificado como Leopoldo.

Fue él quien profirió: “Ni un paso atrás, ni para tomar vuelo. Siempre adelante” (quasi sic), sin darse cuenta de que está a un paso del abismo. Cortina de cinismo.

Y aunque ud no lo crea ya están pensando cómo venderle las elecciones municipales, y que siga la fiesta electoral, como siempre ud elige.

@joseluismonroy

 

 

 

 

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