“No se desenfoque mi excelentísimo embajador (Almagro). Elevar el tono a lo interno lo desnivela.”
Luis Almagro viene desempeñando un rol fundamental en esta difícil lucha por la restauración de la democracia y la defensa de los DDHH en Venezuela. Nadie cuestiona el alcance de la denuncia que ha lanzado al mundo el embajador desde la Secretaria General de la OEA. Pero de cara a la monstruosidad del leviatan que enfrenta-delitos de lesa humanidad, desmantelamiento republicano y radicalismo forajido-sugiero moderación y prudencia. Lo peor que nos puede pasar a los venezolanos en este momento es que su vocería-gallarda, sustentada y coherente- pierda pegada por verse politizada en disputas internas de la propia oposición. Su línea debe mantenerse obsesivamente normativa por ilustrativa y factual.
La justicia universal, internacional o global debe enlazarse con la diplomacia tuteada o de proteger. La ruta que debe seguir la OEA y las NNUU es construir los puentes entre ambas competencias. La diplomacia de proteger es el continente y la justicia internacional es el contenido. Aunque autónomas, ambas se abrazan. Y la bisagra puede ser Ud. excelentísimo embajador, haciendo expediente, articulando despachos (Consejo Permanente de la OEA, Alto Comisionado de DDHH de las NNUU) con CPI en La Haya e incluso jurisdicciones de países suscriptores de tratados múltiples a saber: Declaración de Moscú de 1943, suscrita por el Reino Unido de Gran Bretaña, EEUU y la Unión Soviética sobre crímenes contra la Humanidad; Estatuto del Tribunal de Nüremberg de 1945, suscrito por el Reino Unido; Resolución de 16 de Diciembre de 1946 de la Asamblea General de NNUU. aprobando los principios de los Estatutos y de la Sentencia de Nüremberg; Convenio de las NN.UU de 9 de Diciembre de 1948 contra el genocidio; Pacto de derechos civiles y Políticos de las NN.UU. de 16 de Diciembre de 1966; Resolución de la Asamblea General de NN.UU de Diciembre de 1973 sobre persecución de crímenes contra la Humanidad; Convención contra la tortura de NN.UU. de 10 de Diciembre de 1984; Declaración de la Asamblea General de NN.UU. sobre la desaparición forzada de personas de 1992; Convenio Europeo sobre Represión del Terrorismo de 27 de Enero de 1977 y recientemente el Estatuto de Roma, de 17 de julio de 1998, de la “Conferencia Diplomática de plenipotenciarios de las NN.UU sobre el establecimiento de una Corte Penal Internacional con sede en La Haya”. Caracterizado el regimen Venezolano, impulse Ud. la quijotesca tarea de hacer justicia, como lo intentó Baltazar Garzón con Pinochet, Israel con Adolf Eichmann (juicio de Jerusalén) o el citado juicio de Nüremberg que acusó a 611 criminales, entre los más destacados, Göring, Hess, Ribbentrop, Dönitz, Raeder, Schirach Wilhelm Keitel o Sauckelde la SS.), en un mundo de “pequeños principados y feudos soberanos, que de seguir así pondrá en riesgo la existencia de la propia humanidad (Dixit Joseph Ratzinger/ Benedicto XVI).
Sabemos que los crímenes in comento tienen diferentes capítulos. Contra la paz, delitos de guerra y contra la humanidad (exterminio, genocidio, esclavitud, tortura, deportación, persecución por motivos políticos, encarcelamiento). Sabemos que el Estatuto de Roma diferencia y restringe los delitos de lesa humanidad de los delitos de DDHH. Pero el mundo reconoce y sabe a plenitud que en Venezuela se han cometido de forma notoria, sistemática y flagrante ambos crímenes, que merecen la intervención oportuna, impostergable, eficiente y contundente de la justicia universal y la diplomacia humanitaria. Sea Ud. desde su elevadísima competencia y autoridad, el cid campeador de la justicia global y la diplomacia de proteger, evitando diatribas sobre si la oposición ha pecado o no en ir a elecciones regionales. El problema de Venezuela es sumamente serio, doloroso y complejo, por inhumano, totalitario y criminoso, para desviar un segundo la mirada de los Tratados de marras con debates cortos. No se desenfoque mi excelentísimo embajador. Elevar el tono a lo interno lo desnivela.
Falta “hermanar” la justicia universal con la diplomacia de tutela universal. Europa; Francia, Alemania, España, Italia, Reino Unido, reforzaron su posición sobre el deber de prevenir, proteger y restituir los derechos del hombre y las democracias, inspirado en el Capítulo 7 de la Carta de NNUU. Haga Ud. lo propio en América. Canadá es su gran aliado. EEUU su base. Latinoamérica su desafío. Cuidado con cabalgar sobre votar o no en Venezuela. Ello: i.- Toca teclas sensibles al venezolano que le gusta votar; ii.- Pone al gobierno en posición victoriosa por astuto-sic-lo cual es inmoral y iii.- Contribuye a la polarización local y externa. Impactos nada buenos para los fines de entrambos (incluso su interés político en Uruguay).
Al salir de prisión, asesinado el líder sudafricano Chris Hani del CNA, Mandela expresó: “ha llegado el momento que todos los sudafricanos hagan frente común contra quienes desde cualquier bando, pretenden destruir aquel.
o por lo que Hani ha entregado su vida: la libertad de todos nosotros...” Pues nada. Construya Ud. Almagro, ese frente común a lo interno y a lo externo !que nos reunifique y nos haga libres! Dios y la patria os premiarán…
@ovierablanco