José Félix Oletta, es Especialista en Medicina Interna egresado de la Universidad Central de Venezuela, presidió la cartera de Sanidad y Asistencia Social de 1997 a 1999, Profesor Agregado Jubilado de la Cátedra de Clínica y Terapéutica Médica “B”, es miembro de 16 Sociedades Científicas, Fundaciones y Asociaciones. Autor de 68 trabajos científicos y tiene más de un año alertando la epidemia de Difteria instalada en Venezuela producto de una “emergencia compleja política”. Les traemos la entrevista que le hiciera Nitu Pérez Osuna para El Venezolano (Panamá)
La Red Defendamos la Epidemiología Nacional, de la que es miembro el doctor Oletta, publicó en la Octava Alerta sobre Difteria en Venezuela del 23 de Abril de este año (a la fecha van 12 informes), lo siguiente: “En abril de 2016, luego de 24 años de erradicada, hizo su reaparición la difteria en Venezuela. Esta enfermedad infecciosa, prevenible mediante vacunas, fue identificada, inicialmente, en caseríos del Municipio Sifontes, del estado Bolívar, con 3 casos autóctonos en niños; posteriormente en adolescentes y adultos; entre pobladores de asentamientos, vinculados con la minería ilegal, que viven en precarias condiciones sanitarias, donde predominan viviendas improvisadas, que carecen de servicios básicos, con gran hacinamiento humano, pertenecientes a etnias indígenas, particularmente vulnerables y donde difícilmente llegan las acciones de saneamiento ambiental y los programas de prevención de enfermedades transmisibles”
¿Por qué reaparece la difteria en el país, luego que la misma fuera erradicada?
El concepto correcto es eliminación y se logró en Venezuela en el año 1992. Desde entonces no se registraron casos autóctonos. Se puede evitar mediante vacunas. Para lograr ese objetivo se necesita que el 95% de las personas sean vacunadas. En el país nacen aproximadamente unos 600 mil niños al año. Lamentablemente en Venezuela, el número de personas no vacunadas contra la difteria probablemente alcance una cifra de 3 millones y medio en los últimos 10 años, por lo tanto, aumentó el número de susceptibles aunado a personas que no padecen síntomas ni sufren la enfermedad, pero son transmisores activos.
¿Cómo se llama la vacuna?
En la actualidad a los niños se le aplica la Pentavalente. Una sola inmunización permite la protección de 5 enfermedades: difteria, el tétano, hepatitis B, el esmofilo, e influenza B. Una vez que el niño entra en la edad escolar se le hace un refuerzo y a los adolescentes también. Los adultos que fueron vacunados hace más de 10 años basta agregar un componente que se llama toxoide titánico diftérico que permite que ese refuerzo lo proteja.
¿Los adultos venezolanos vacunados hace más de 10 años pero que no nos hemos puesto ese componente podemos ser contagiados de difteria?
En el ambiente actual que se vive en Venezuela los ciudadanos adultos deberían colocárselo, más aún, si están en situación de riesgo como el personal de salud. Estamos hablando de unas 500 mil personas que trabajan en hospitales
Esta epidemia que comenzó en Bolívar ya está en Carabobo
Al final del año pasado ya teníamos casos de difteria en 5 estados. Para marzo y abril de 2017 el número de estados con casos conocidos era de 17, es decir, el 80 % del territorio. En Octubre del año pasado hicimos un estudio de los estados más susceptibles a la enfermedad porque tenían un mayor número de personas no vacunadas. Entre ellos destacan Bolívar, Amazonas, Delta Amacuro, Monagas, Apure, Zulia y Carabobo. De modo que se puede seguir la ruta de la difteria como un patrón humano y eso significa aquellas personas que van en procura del oro y recursos económicos, no vacunadas que se meten en Bolívar, adquieren la difteria Estas personas infectadas tienen contacto con otras sanas y las contagian y el patrón de distribución se va extendiendo porque existen en el país muchas áreas donde no se ha realizado vacunaciones que alcancen el 95% del que hablamos al principio.
¿Cómo se contagia la difteria?
Por transmisión vía aérea con micro gotas pulverizadas que vienen en la tos o el estornudo que son capaces de transmitir la bacteria en el caso de la difteria o el virus en caso del sarampión. También por contacto de las secreciones humanas que están contaminadas con este tipo de agentes.
¿Hay tratamiento para la difteria?
No se debe esperar la confirmación del diagnóstico a través de estudios bacteriológicos porque estos pueden tardar hasta 10 días y no hay que perder tiempo, basta con una alta sospecha tanto clínica como epidemiológica para iniciar el tratamiento. ¿Síntomas? afecciones en las vías respiratorias altas llamadas CRUP, en la faringe, amígdalas y paladar, fiebre y postración general. Muchas personas se diagnostican fácilmente por estos síntomas. Ahora bien, médicos recién graduados desconocen esto porque es una enfermedad que había sido eliminada y nunca vieron un caso de ella durante sus estudios. Se requiere entonces educar al personal para que estén atentos y conozcan los síntomas y puedan identificarla precozmente. Para combatirla el tratamiento debe ser de dos componentes: uno contra la bacteria con penicilina o un derivado de eritromicina que es la alternativa si la persona es alérgica a la penicilina; lo grave es que ambos antibióticos están agotados en Venezuela desde hace meses y no hay otra alternativa. La otra parte del componente es la antitoxina, sueros especiales que hay que aplicarlos con mucho cuidado y que neutralizan la toxina diftérica presente en la circulación sanguínea, que es la que produce las principales complicaciones de la enfermedad (cardíacas, nerviosas y renales). Lamentablemente no hay antibióticos en el país y la existencia de antitoxina es muy limitada.
¿Maneja usted cifras de fallecidos por difteria?
Manejamos una cifra para 2016 de unas 50 muertes por la enfermedad. Mire ella ocurre no solamente porque hay una población no protegida sino que es una característica de países que han entrado en crisis humanitaria y “emergencias complejas políticas” como ocurrió en la Unión Soviética, donde se abandonaron los programas de salud y de vacunación y padecieron epidemias de difteria hasta 1994, así que es un hecho histórico y político. Y ¿qué tenemos en Venezuela? un grado mayor a la crisis humanitaria porque tenemos empobrecimiento de la población, desnutrición aguda y más de cuatro años en crisis sin capacidad de respuesta, todo esto constituye una “emergencia compleja política” de acuerdo a los estándares de Naciones Unidas.
¿La Red le han hecho llegar estos informes a los ministros que han estado a la cabeza del ministerio de salud?
Claro y hemos exigido respuestas. No se pueden controlar situaciones epidémicas sino tienes educada a la población para enfrentarla.
¿Qué medidas debería tomar el gobierno para evitar se extienda la epidemia?
Lo primero es reconocerla, luego educar a la población a través de una amplia campaña de medios para orientarla y poder, con ella, identificar las personas con alto riesgo para ser vacunadas.
¿Cuantas vacunas se necesitan?
Según los cálculos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) debían vacunarse desde septiembre de 2016 cerca de 7 millones y medio de personas. Eso no se ha cumplido, por lo tanto hay un retraso en protección que la población.
¿Qué debemos hacer los ciudadanos?
Exigir el derecho a la información. La salud pública no puede ser un secreto de Estado, es un derecho universal como lo es también tener la accesibilidad a vacunas y tratamiento. Ese derecho no puede estar condicionado a militancias o carnet de la Patria. Por su parte el gobierno tiene la obligación de garantizar a los ciudadanos un sistema óptimo de salud. Los medicamentos esenciales para la población deben ser provistos de manera continua, sin interrupciones, con carácter universal. Si esto no se proporciona hay una violación a derechos fundamentales.
@NituPerez
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