La danesa Caroline Wozniacki se proclamó este domingo ‘maestra’ al doblegar, por 6-4 y 6-4, a la estadounidense Venus Williams en el cierre de las Finales de la WTA.
Siete derrotas, en otros tantos compromisos, pesaban en el historial de Caroline Wozniacki ante Venus Williams, ganadora de todos los envites que ambas protagonizaron en la última década.
Este domingo, sin embargo, la jugadora de Odense corrigió su balance con una victoria de mérito en su octava final del curso. Y es que desde su primer duelo ante Venus Williams -en el torneo de tenis de Memphis de 2007- hasta el último -en Miami 2015-, la estadounidense se había mostrado intratable.
En ese tiempo, de hecho, la mayor de las hermanas Williams solo había concedido un set. En la final del torneo de Auckland, en 2015, la estadounidense debió remontar (2-6, 6-3 y 6-3) para ser campeona.
Todos esos partidos se disputaron en pista dura. En esa superficie se desarrolló el certamen que reunió en Singapur a las ocho mejores raquetas de 2017, pero en esta ocasión Caroline Wozniacki encontró la fórmula para desarmar a su oponente, vencedora de este torneo en 2008 y finalista en 2009.
En el cuarto juego de la final, Wozniacki puntuó al resto y amplió su ventaja a 3-1. No pudo, sin embargo, consolidar la rotura y asistió a continuación a la réplica de su rival (3-3).
Advertida del poderío de Venus Williams, quien perseguía la captura de su título número 50 como profesional, Caroline Wozniacki trató de recuperar la solidez de su servicio.
Apostó entonces, con mayor determinación, por variantes más agresivas y fue más ambiciosa en sus apariciones en la red.
Eso le permitió romper el saque de la estadounidense, de 37 años, dos veces más. Para anotarse el 5-3, primero, y para cerrar la primera manga, por 6-4, poco después.
Campeona en Tokio y finalista en Doha, Dubai, Miami, Eastbourne, Bastad y Toronto, Caroline Wozniacki mantuvo su nivel en el comienzo del segundo set y se desmarcó de Venus Williams, finalista esta campaña en Wimbledon y en el Abierto de Australia.
La danesa, sexta cabeza de serie en las Finales de la WTA, aceleró para encontrar el éxito que la belga Kim Clijsters le negó en 2010, cuando fue subcampeona.
Construyó una cómoda renta de cuatro juegos (5-1), aunque titubeó antes de sellar su triunfo.
El definitivo 6-4, en su segunda bola de campeonato tras una hora y 29 minutos, precipitó su proclamación como maestra y, también, su ascenso al tercer puesto del ránking mundial, algo que se le resistía desde enero de 2012.
Este es el título más importante de los 27 que lucen en el palmarés de Caroline Wozniacki, exnúmero uno del mundo y subcampeona del Abierto de los Estados Unidos en 2009 y 2014. EFE