El “fraude” del oficialismo del 15 de agosto de 2004 no fue una manipulación de votos el día de la votación; fueron decenas de violaciones de la ley y trampas que hizo el chavismo por casi dos años lo que explicó su victoria. Pero la dirigencia opositora siempre partió de una falsa conseja: no hay que protestar esas violaciones, ”porque esto está ganado”. Entonces, creo que la pérdida del revocatorio se debe a las trampas y a una mala estrategia opositora.
Cuando los partidos opositores no participaron en las elecciones de diputados de 2005, lo decidieron pocos días antes, alegando que no había condiciones. Pero eso se sabía desde el comienzo de la campaña. Creo que el alegato de fraude sirvió para tapar que esas elecciones se perderían porque el promedio de candidatos por curul del oficialismo era de 1,1, mientras que el promedio de la oposición era casi 8 por la descoordinación opositora.
En las elecciones de gobernadores de 2017 el gobierno jugó sucio y puede haber inflado su votación entre 0,5 y 1,0 millón de votos. Pero creo que esa derrota también se debió a la interpretación de 3 millones de opositores que decidieron no ir a votar, “porque les iban a hacer trampa”. Esa pésima conseja (¿qué te pasó Almagro?) cundió por la falta de conexión y credibilidad de la dirigencia de los partidos opositores que no convencieron a su gente de salir a votar.
Para estas municipales, los partidos de oposición están solicitando abstención porque no hay condiciones. Pero también es cierto que ellos están anonadados, divididos por apetencias individuales y porque son demasiados, muy pequeños, cambian estrategias sin consenso ni explicaciones y se ocupan de sus elecciones pero poco de acompañar al ciudadano en su tragedia diaria. Pero no se acusan a sí mismos por sus debilidades, sino al gobierno; por lo que le regalarán las alcaldías y una buena dosis más de legitimidad. Ojalá le hagan caso a Andrés Velásquez en lo de elegir al candidato presidencial de una vez, porque para marzo se les vienen esas elecciones encima y los pueden agarrar con los pantalones abajo y no queremos que nos vuelvan a decir que no hay condiciones.
José Antonio Gil Yepes
Directivo Datanálisis
@joseagilyepes