Las identidades de las cuatro personas que presuntamente “orquestaron” el asesinato de Kim Jong-nam, el hermano mayor del líder norcoreano, Kim Jong-un, en febrero en Malasia, fueron hoy revelados en el juicio del crimen.
Se trata de cuatro ciudadanos norcoreanos en paradero desconocido: Hong Song-hac, de 34 años; Ri Ji-hyon, de 33; Ri Jae-nam, de 57, y O Jong-gil, cuya edad no se divulgó.
Hasta la sesión de hoy estas personas habían sido mencionadas como Mister Chang (Hong), Mister Y (Ri Ji-hyon), Hanamori (Ri Jae-nam) y James (O) en el juicio que comenzó el pasado 2 de octubre contra la vietnamita Doan Thi Huong y la indonesia Siti Aisyah, como supuestas autoras material del asesinato de Kim Jong-nam.
Las identidades las reveló el investigador de la Policía Azirul Nizam, quien en la vista anterior, el 26 de octubre, expuso al tribunal los pasos dados por los cuatro sospechosos el día del crimen, el 13 de febrero de 2017, en el aeropuerto de Kuala Lumpur.
Las dos acusadas, las únicas personas detenidas por el asesinato, les conocían solo por los seudónimos citados.
El conocido como James reclutó a ambas para, según la defensa, participar en un programa de televisión y gastar una broma a la víctima.
Hanamori, considerado como el coordinador del ataque, fue el primero en llegar al aeropuerto y se reunió por separado con los otros tres cómplices.
Mister Y y Mister Chang se encargaron de que las acusadas se untasen las manos con el veneno que luego restregarían por el rostro de la víctima cuando iba a por su tarjeta de embarque.
Según la defensa, las acusadas creían que eran un líquido inofensivo, pero los análisis de laboratorio determinaron posteriormente que se trataba del agente nervioso VX, considerado un arma de destrucción masiva por la ONU.
Unos 20 minutos después de la supuesta “inocentada”, Kim fallecía en una ambulancia de camino al hospital.
Mister Y, Mister Chang y Hanamori subieron al mismo vehículo tras la agresión y se trasladaron a otra terminal del mismo aeropuerto; durante el desplazamiento, de apenas un kilómetro, se cambiaron de ropa.
James llegó por sus propios medios a la misma terminal y desde allí los cuatro tomaron un vuelo que les sacó de Malasia.
El circuito cerrado de cámaras de vídeo del aeropuerto contribuyó a que la investigación policial pudiese realizar esta reconstrucción de los hechos presentada en el juicio.
La indonesia y la vietnamita se han declarado “no culpables”, pero si el tribunal falla en su contra pueden ser condenadas a la pena capital.
Los servicios de inteligencia de Corea del Sur y Estados Unidos han atribuido a agentes norcoreanos el crimen, pero Corea del Norte mantiene que la muerte se debió a un ataque cardíaco y acusa a Malasia de conspirar con sus enemigos.
Kim Jong-nam, que compartía padre con Kim Jong-un, estuvo considerado en su día como el favorito a heredar la jefatura del régimen norcoreano, pero cayó en desgracia en 2001 y vivió los últimos años en el exilio. EFE