Más de 5.000 personas acusadas de crímenes vinculados al terrorismo se encuentran retenidas en cinco centros de detención de Arabia Saudita.
Dos de esos recintos, la prisión Al Hair y el Centro Príncipe Muhamed ben Naif, desarrollan un programa que emplea a psicólogos y clérigos paraenseñar la interpretación correcta de ley islámica o ‘sharía’ a los presos más radicales.
Esas cárceles ofrecen muchas comodidades y libertades, incluido un hotel en donde pueden descansar los prisioneros que demuestren buena conducta para reunirse con sus familias.
Las instantáneas del fotógrafo David Degner en Getty Images muestran que las autoridades de Arabia Saudita tratan a las personas que optaron por un camino extremista de un modo que “es poco probable que caiga en gracia en Occidente”.