Pasaron cuatro días desde la masacre perpetrada por Devin Patrick Kelley en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs y Texas sigue conmocionada. Tras varios días de luto, su padre Michael rompió el silencio.
Infobae
En entrevista con ABC News, sin mostrar su rostro a cámara, el hombre de 61 años manifestó que su familia “está sufriendo” y que se encuentra muy “afligida” por el ataque en el que murieron 26 personas, consigna Daily Mail.
“No quiero que nuestras vidas, las vidas de nuestros nietos, sean destruidas por este circo mediático”, indicó Michael desde su hogar en New Braunfels.
Michael y su esposa Rebecca, de 59 años, son dueños de una compañía de software. Este año Devin había vuelto a casa de sus padres durante un tiempo, luego de vivir en Colorado con su esposa Danielle.
En los últimos tiempos Devin y su mujer habían tenido varias discusiones. Incluso las autoridades informaron que uno de los motivos del ataque podría haber sido que Kelley estaba buscando a su suegra para asesinarla.
Michelle Shields, la suegra del asesino, asiste con frecuencia a la iglesia. Pero justo el día del ataque no fue. Quien sí asistió al servicio religioso, y se encuentra entre las víctimas, es su madre, la abuela de Danielle.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos confirmó el martes pasado que Kelley había sido tratado en un centro de salud mental en 2012, luego de haber estado preso por violencia doméstica contra su esposa y su hijo, a quien le fracturó el cráneo de un golpe.
Pese a su historial, el asesino no tuvo problemas en acceder a armas y llevó a cabo la peor masacre en Texas de los últimos tiempos.