Oficiales militares negaron este miércoles que haya un golpe de Estado en Zimbabue y aseguraron actuar contra “criminales” cercanos al presidente Robert Mugabe, cuya seguridad dicen garantizar.
AFP
“No se trata de una toma del gobierno por militares”, aseguró un general zimbabuense al leer una declaración transmitida en vivo por la televisión estatal. “Queremos asegurar a la Nación que su excelencia el presidente (…) y sus familiares se encuentran sanos y salvos, y que su seguridad está garantizada”.
La proclama castrense intervino poco después de que se escuchasen disparos en los alrededores de la residencia del mandatario en la capital Harare.
Mugabe, de 93 años, dirige Zimbabue con mano de hierro desde la independencia del país en 1980. Anunció que volverá a presentarse en 2018 para un
nuevo mandato a la cabeza de este país, sacudido por una grave crisis económica y financiera.
“Nuestro objetivo son criminales de su entorno, que están cometiendo crímenes”, dijo el militar. “No bien cumplamos con nuestra misión, esperamos que la situación regrese a la normalidad”, agregó.
El tiroteo se produjo después de que se observase la presencia de un convoy de blindados circulando en las inmediaciones de la capital, alimentando los rumores de golpe de Estado.
“Poco antes de las 02H00 de la mañana (00H00 GMT) escuchamos entre 30 y 40 disparos durante tres o cuatro minutos procedentes de su residencia”, dijo a AFP un vecino residente del barrio Borrowdale.
Señal de la tensión imperante, la embajada de Estados Unidos en Zimbabue había recomendado a sus ciudadanos permanecer en sus casas a causa de la “incertidumbre política”.
El Foreign Office británico indicó por su parte estar al tanto de “informes de movimientos de vehículos militares en las inmediaciones de Harare” y dijo seguir muy de cerca la situación.