Luis Ismael Miño y Armando Niz, custodios del fiscal argentino Alberto Nisman cuando apareció muerto, con un tiro en la cabeza, en enero de 2015, declararon hoy que tardaron en comprobar si el procurador estaba bien porque no vieron extraño que no les llamase y no querían molestarlo.
Los custodios, imputados en la causa en la que se investiga el homicidio del fiscal, por incumplimiento de su deber como funcionarios, insistieron ante el juez Julián Ercolini -quien les llamó a declaración indagatoria- en que “Nisman era una persona complicada y por las dudas no querían molestarlo”, explicaron a Efe fuentes judiciales.
Tampoco “realizaron ningún tipo de accionar para entrar en el departamento de Nisman” ni avisaron a sus superiores porque “no les parecía relevante” que el fiscal tardara tanto en ponerse en contacto con ellos.
Nisman, que investigaba un atentado perpetrado en 1994 contra una organización judía de Buenos Aires y había denunciado a la entonces presidenta Cristina Fernández, y algunos de sus colaboradores por presunto encubrimiento de los autores, supuestamente iraníes, murió de un disparo en la sien en su domicilio el 18 de enero de 2015 y a su lado fue hallada una pistola que no era suya.
Por esta causa, este martes prestaron ya declaración otros dos custodios de Nisman, Rubén Fabián Benítez y Néstor Óscar Durán, quienes alegaron que el fiscal fallecido los utilizaba como chóferes más que como custodios y que “las órdenes” las daba él.
Además, aseguraron no haber recibido ninguna orden para reforzar la custodia el día de su muerte ni los días anteriores.
En el marco de esta investigación se corroboró que Nisman le pidió a uno de sus custodios que le comprara un arma y este se negó.
Esta explicación tiene semejanzas con la que dio el asesor informático Diego Lagomarsino -imputado como sospechoso de la muerte-, quien llevó a la casa de Nisman la pistola.
El técnico, que ya prestó declaración la semana pasada, reitera el propio fiscal le había pedido el arma para proteger a sus hijas.
A modo de ver del fiscal Eduardo Taiano, los custodios, integrantes de la Policía Federal argentina, “no cumplieron con su deber”, ya que “no lo custodiaron como deberían custodiarlo” y les denuncia por “negligencia” en su labor.
Nisman fue hallado muerto en su casa de Buenos Aires en la víspera de su comparecencia en el Congreso para detallar la denuncia contra la presidenta, Cristina Fernández, por supuesto encubrimiento de los presuntos autores iraníes del atentado contra la mutual judía AMIA, que causó 85 muertos.
EFE