El portavoz del Vaticano, Greg Burke, recordó este miércoles que “la diplomacia papal no es infalible”, y que la gira del papa Francisco por Birmania y Bangladesh “no ha sido concebida para que se centrara en los refugiados”, en alusión al drama de la comunidad rohinyá.
“El papa Francisco es muy persuasivo pero no el tiene poder de arreglar todos los conflictos”, subrayó Burke en una rueda de prensa en la que indicó que el viaje a ambos países se planeó antes de desatarse el desastre humanitario que sufre esa minoría musulmana.
Burke negó que hiciera esas puntualizaciones porque la gestión del papa para resolver el drama rohinyá no esté dando frutos.
Asimismo, recordó que la gira del papa por los dos países implicados en el desastre humanitario se decidió en julio, un mes antes del inicio en agosto de la operación militar birmana que ha obligado a más de 620.000 rohinyás a refugiarse en Bangladesh, adonde mañana viaja el papa.
La posible mediación del pontífice para que Birmania y Bangladesh aceleren la aplicación de la repatriación de los refugiados -a la que se comprometieron en una declaración de intenciones que firmaron la pasada semana-, está centrando toda la atención en la gira papal.
A propósito del apoyo por parte de la Iglesia birmana a la Consejera de Estado birmana, Aung San su Kyi, Burke subrayó que el Vaticano no apoya a políticos de manera individual “pero sí que apoya el proceso de transición a la democracia”.
El portavoz también confirmó que el Jefe del Ejercito pidió poder reunirse con el papa el lunes, tras su llegada, mientras que la reunión con Aung San Suu Kyi era al día siguiente.
Y agregó que “quizá al papa le hubiera gustado la otra fecha prevista del 30 noviembre” para respetar el protocolo.
EFE