El anuncio del presidente venezolano de emitir una criptomoneda choca con la filosofía de una divisa nacida para librarse del control de los Gobiernos, publica El País
Por LUIS DONCEL/EL PAÍS
La nueva moneda digital, según dijo Maduro, estará respaldada por las riquezas naturales del país —oro, petróleo, gas y diamantes—, y que servirá al Estado de Venezuela para ganar “soberanía financiera”. Pero estas ideas chocan con la filosofía con la que nació el bitcoin, la más conocida y exitosa de todas las monedas digitales, que se basa en la descentralización e independencia respecto a cualquier Gobierno, banco central o regulador centralizado.
Es muy pronto aún para saber el alcance de esta fusión entre bolivarianismo y la ideología libertaria inherente a la tecnología de encadenamiento de bloques. No se sabe aún si se trata de un mero anuncio propagandístico con escaso recorrido o de un cambio profundo en un país que vive una crisis monetaria brutal. Pero Pablo Fernández Burgueño, uno de los fundadores del laboratorio español de blockchain Nevtrace, se inclina más por la primera opción.
“Cuando Maduro habla del lanzamiento de una nueva criptomoneda, se refiere a otra cosa de lo que nosotros entendemos por ese concepto. Obviamente, esta supuesta divisa no tendrá mineros [los desarrolladores que resuelven problemas informáticos para crear bitcoins a cambio de una remuneración], porque el petro está pensado para ser emitido y controlado por el Gobierno”, asegura Fernández Burgueño.
Una moneda hundida
La última incorporación a la moda de las criptomonedas proviene de un país cuyo sistema monetario hace tiempo que atraviesa una profunda crisis. El bolívar ha perdido en un mes un 57% de su valor respecto al dólar debido a los controles de capital y a la impresión masiva de dinero. Según informa Business Insider, el Gobierno emitió hace pocas semanas un nuevo billete de 100.000 bolívares. La caída en picado de la moneda de curso legal ha hecho que el salario mínimo del país equivalga a 4,3 dólares, unos 3,6 euros al cambio actual, según Reuters. Mientras el bolívar cae a plomo, el bitcoin sigue la tendencia contraria. A principios de año se cambiaba a 1.000 dólares, y ayer superaba los 11.200.
El anuncio de Maduro sorprende, además, porque la crisis monetaria en Venezuela ha empujado a muchos internautas al uso de bitcoins como medio para esquivar los controles de capital del país y ha impulsado el negocio de la minería de bitcoins. “Tampoco creo que tenga éxito como sistema para saltarse el bloqueo de EE UU; porque si está respaldado por bienes o activos, a estos se les podrá imponer las mismas restricciones que a los bolívares actuales. Más bien parece un movimiento a la desesperada”, continúa el responsable de NevTrace.
El anuncio de Maduro no es, sin embargo, una idea exclusiva de Venezuela. Ecuador ya decretó en 2014 la prohibición del bitcoin para establecer su propia moneda digital, llamada Dinero Electrónico. La idea era crear una divisa que conviviera en una situación de paridad con el dólar emitida y distribuida por el banco central. En un comunicado emitido este año, el banco central ecuatoriano pedía a la ciudadanía estar “alerta” y rechazar actividades promovidas por “organizaciones inescrupulosas que buscan estafar bajo la oferta de altos rendimientos, productos de sistemas piramidales que utilizan los bitcoins”.
El anuncio del lanzamiento del bitcoin venezolano ha sido recibido con escepticismo. La oposición ha resaltado inmediatamente la falta de credibilidad del proyecto. “Maduro está haciendo el payaso”, respondió el diputado Ángel Alvarado, según recoge la agencia Reuters. Frente a las críticas, Maduro dijo estar convencido de que el lanzamiento del petro va a permitir a Venezuela “avanzar en materia de soberanía financiera” e impulsar el desarrollo económico y social del país.