Decenas de miles de personas congregadas en los Campos Elíseos de París se despedían este sábado de Johnny Hallyday, el legendario rockero que marcó a tres generaciones de franceses, fallecido esta semana a los 74 años.
Seguido de centenares de motoristas, el cortejo fúnebre llegó al Arco de Triunfo y empezó a descender por la célebre avenida, donde sus fans habían empezado a llegar desde primera hora de la mañana de todos los rincones de Francia.
El excepcional homenaje finalizará en la majestuosa iglesia de la Madeleine con una ceremonia religiosa a la que asistirá el presidente francés Emmanuel Macron, así como los familiares del cantante fallecido de un cáncer de pulmón.
Hallyday vendió más de cien millones de ejemplares de sus 50 discos y un buen puñado de sus canciones forman parte de la cultura popular. Pero además, el cantante contaba con una estima incondicional de sus fans, gracias a su carisma y a su cercanía con ellos, patente cada vez que subía al escenario.
El cuerpo de Hallyday será trasladado el domingo a la isla caribeña de San Bartolomé, donde tenía una casa, para ser enterrado el lunes. AFP