A lo largo de estos difíciles 19 años hemos visto como se han dilapidado grandes recursos en dadivas de supuesto carácter social q en nada han mejorado la calidad de vida de los venezolanos en situación mas precaria, la asignación de esos recursos han sido consignados de manera discriminatoria previos chequeos de estar en la lista Tascón, en el PSUV, poseer el carnet de la patria entre otros. En una primera etapa estos chantajes estaban orientados a la compra de conciencias y ahora a la compra de estómagos –en ambos casos, con un macabro objetivo electoral- y ya con una Nación financieramente quebrada, la presión social está a la orden día y lo que es peor sin haber logrado que ningún indicador de gestión en lo social arroje cifras positivas
Indudablemte ante esta calamidad un nuevo gobierno q estamos seguros está por llegar deberá incrementar la asignación de recursos a áreas sociales para tratar de mitigar la enorme deuda humanitaria q heredara de la gestión más corrupta de la historia del mundo.
Ahora bien, necesariamente se tendrán q aplicar esquemas de control de gestión de las políticas publicas dirigidas a los mas vulnerables para garantizar q éstas verdaderamente redunden en inclusión, bienestar y movilidad social.
En México en el año 2014 con el Plan Prospera -con la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo- se aplico un instrumento denominado Transferencias Monetarias Condicionadas mediante el cual el Estado, le hacia asignaciones directas a familias que cumplían ciertas condiciones, por ejemplo: tener la ficha de vacunas de sus hijos al día y/o cumplir con el promedio de edad en el cual se inserto al niño en el sistema educativo. El establecimiento de esas condiciones para recibir el subsidio directo trajo resultados alentadores tanto en la salud como en la inserción escolar de los niños de las familias q fueron beneficiados con ese plan, por otro lado, se evidencio una mejora sustancial en las cifras de bancarización de los ciudadanos de las comunidades objeto de estudios. Dicho programa luego se extendió a otras situaciones e incluso, por su éxito rotundo fue tomado como modelo en otras Naciones
Otro instrumento q luce interesante aplicar en un nuevo gobierno y en el marco de una política social sensata, es la denominada Evaluación de Impacto metodología q permite medir la eficiencia o no, de la aplicación de una política pública en el área social, a través de la formulación de varias preguntas de causa y efecto, por ejemplo: ¿la sustitución de pisos de arena por piso de cemento en las casas de las familias mas excluidas contribuye a mejorar la salud de los niños y su rendimiento académico? Como esa, pueden diseñarse muchas otras, que permitan conocer al ejecutor del programa si el mismo tiene verdadero impacto para la posterior toma de decisiones por parte de quien aplica el plan, y de parte de los ciudadanos contribuye a ilustrar la efectividad del programa a través de la valoración y exigencia de rendición de cuentas y así evitar el despilfarro de recursos que serán escasos en la atención de situaciones en las cuales si no se cuentan con herramientas de medición, lo mas seguro es q se conviertan en un nuevo espiral de dadivas huecas q en nada contribuirán a saldar el gigantesco pasivo social que asumirá el próximo gobierno.
El reto es colectivo, no sólo de la dirigencia política, se debe generar un ambiente de verdadera contraloría social en todas las fases de aplicación de los programas para corroborar sus resultados y que estos sean sostenibles, sustentables y que verdaderamente cuantificables
Engelbert Rivero Montenegro
Secretario de Asuntos Municipales
C.E.S AD Carabobo
@engelbertrivero