Oficialmente el título de hotel más pequeño del mundo pertenece al Eh’häusl Hotel, en Amberg, Alemania.
En Jordania, Mohamed al Malahim, de 64 años, decidió aprovechar su antiguo Volkswagen Escarabajo para atraer a los turistas a su aldea natal, Al Jaya, al sur de la capital, Amán. Afirma que su carcacha es “el hotel más pequeño del mundo”. Su amor por el oficio hotelero se refleja en la hospitalidad, las coloridas decoraciones del auto y la comida tradicional que sirve a los visitantes. Les invitamos a viajar con estas imágenes a la desértica aldea donde reinan la serenidad y la tradición.
El auto ha sido decorado por la hija de Al Malahim con coloridas sábanas bordadas a mano y almohadas con diseños tradicionales.Al Malahim también regenta una pequeña tienda donde vende antigüedades, joyas, gemas y otros recuerdos.Una noche en el Escarabajo, con comidas incluidas, cuesta 40 dinares jordanos (unos 56 dólares).Al Jaya está cerca de Al Shobak, donde hay un castillo cruzado del siglo XII conocido como Montreal.La familia de Al Malahim agasaja a los huéspedes con desayunos, almuerzos y aperitivos que llevan el sabor tradicional del desierto jordano y que son preparados y servidos al estilo beduino.El Escarabajo sirve de dormitorio con capacidad para alojar solo a dos personas.En una cueva cercana se encuentra el vestíbulo del hotel, llamado La Gruta de Balduino.El baño y la cocina también están en la cueva.
Al Malahim afirma que quiere que los huéspedes que duermen en el Escarabajo se sientan como si se alojaran en un hotel de cinco estrellas
