Brasil y Guyana, por Jorge Luis Fuguett

Brasil y Guyana, por Jorge Luis Fuguett

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A raíz de la última Cumbre Mercosur en donde Guyana se ha caracterizado en captar más afectos a su irrita defensa del Territorio Esequibo, Brasil ha jugado un rol importante en dicho Asunto, tanto es así que Guyana le dio carta blanca para ejecutar labores de infraestructura de toda índole, con el solo propósito de obtener la defensa del grande de Suramérica.

Brasil sabe lo que hace y hoy día ya es el primer gran obstáculo de Venezuela. No nos referimos a la presencia de Michel Temer? sino a la habilidad diplomática de Brasilia de enamorar a la Revolución Bolivariana bajo una “hermandad” de Lula Da Silva y Dilma Rousseff quienes mientras abrazaban a Chávez y Maduro, construían edificaciones y entrenaban a los militares guyaneses.





A Brasil no le conviene una nueva demarcación de las fronteras realizadas bajo Tratados y Laudos internacionales hoy día efectivo pero muchos de ellos viciados como tal es el caso del Laudo de París 1899; muchas de las fronteras actuales de Brasil corresponden a componendas similares a la que sufrimos al este de la nación.

Un ejemplo de ello es la frontera con Bolivia en donde Brasil declaró la Revolução Acreana “Revolución Acreana” las cuales fueron una series de conflictos limítrofes, cuyo desenlace afectó también territorios en disputa con el Perú. El conflicto en general tuvo dos fases desarrolladas durante el periodo 1899-1903, en el que se disputó el territorio del Acre, rico en árboles de caucho y yacimientos auríferos. Concluyó con la victoria de Brasil y la consecuente anexión de los territorios sobre los que Bolivia reclamaba soberanía.

Brasil también fue víctima del expansionismo británico con la cuestión de Pirara y el laudo de 1904, le quitaron territorios al oeste de Rupununi, hoy controlados por Guyana y que garantiza a Brasil su presencia en el Esequibo dado el silencio que manejan sobre este asunto.

A sabiendas que Brasil reconoció el Territorio Esequibo como parte de Venezuela bajo el Tratado de Límites y Navegación Fluvial con el Imperio de Brasil, el 5 de mayo de 1859 en donde reconocieron las cuencas de los ríos Orinoco, Cuyuni y Esequibo del lado venezolano, a su vez Venezuela le reconoce a Brasil su frontera en las Cuencas del río Amazonas y del Río Negro, ellos pudiesen perder los espacios que ganaron si Venezuela recupera el Esequibo, junto a ellos, Brasil actualmente procura y aspira que Venezuela no se fortalezca geopolíticamente, ya que somos un país amazónico, caribeño, andino y atlántico, y lo más importante en este caso, somos un país guayanes, lo cual nos hace una Nación importante al tener mayor relevancia estratégica que Brasil en un espacio más reducido y compacto que necesita de menor esfuerzo para ser Gobernado.

Brasil tiene mucho más territorio más no siempre es una ventaja, sobre todo cuando no hay desarrollo ni infraestructura en la región norte y en este caso, Brasil aún no ha logrado llegar al objetivo buscado en su plan Calha Norte.

Brasil ha mantenido continuidad en sus intereses geopoliticos desde la dictadura militar hasta en los gobiernos de izquierda de Lula y Dilma e incluso durante el retorno de la derecha, encabezada por Temer.

Ahora bien, los planes anunciados por Guyana esta semana no son nada novedosos, desde el año 1971 se ha formalizado las intenciones de desarrollo en el Esequibo por parte de Brasil durante la gestión del Canciller Mario Gibson Barbosa durante el Mandato del Presidente Medici quien les ofreció construir la carretera Lethen – Linden – Georgetown, además del puente sobre el río Tacutu (edificado por Lula Da Silva en 2007, 36 años después) y por último un Puerto de Aguas Profundas en la capital guyanesa. La condición era que Guyana se comprometiera a darles concesiones en el Esequibo, entre ellas la exploración petrolera en la Cuenca del Takutu cuyos resultados fueron negativos para los sureños. Igualmente permitiría que Brasil administrara el Puerto en Georgetown, esto se traducía a que Guyana no iba a imponer tasas, gravámenes ni algún impuesto a la mercancía que llegara en barcos y cuyo destino final sea Brasil a dicho Puerto sino que iban a ser transportados vía terrestre a Boa Vista como punto de acopio.

Es decir que estas intenciones geopolíticas de Brasil inician en 1968, se formalizan en 1971 y hoy día siguen en planes de ejecución (solo se ha construido el Puente sobre el Tacutu en 2007 luego de un Tratado para la construcción del mismo en 1982).

En 1982, se incluyó en la Firma del Tratado de Entendimiento la construcción en conjunto de la carretera Lethen-Linden-Georgetown con una longitud de 768 kilómetros de los cuales unos 200 kms ni siquiera tienen una vía informal (tierra compacta) que en época de lluvia es intransitable. Es decir que Brasil tiene que costear la pavimentación de esa vía, junto a ello debe construir alrededor de sesenta (60) puentes ya que es una región muy fluvial la cual tiende a inundarse en temporada de lluvias. Todo esto suma una gran inversión para Brasil, tanto es así que el Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas -SEBRAE, opinó que dicha inversión no sería rentable para el Estado. Cabe destacar que las carreteras en el mismo Estado de Roraima no están completamente asfaltadas.

Por lo tanto los anuncios de Guyana podrían ser de una geopolítica o potencialidad a futuro, de una posibilidad más no es una geopolítica de hechos consumados, los guyaneses dependen de Brasil porque serían el punto de equilibrio para Georgetown (no para Brasilia) en relación al reclamo venezolano del territorio Esequibo.

Si Venezuela logra fortalecerse y adquirir una estructura de disuasión en toda la región sur, tal como el “Plan de la Conquista del Sur” del fallecido Presidente Rafael Caldera, los brasileños no tendrán la oportunidad de evitar que recuperemos el Este de la nación. Tenemos una mayor facilidad de movilización que Brasil, además que poseemos un respaldo jurídico entre ellos los Tratados en donde Brasil nos reconoce la pertenencia del Esequibo.

Nuestra preocupación actual es el proceso de autodestrucción que sufre nuestra Venezuela y que afecta este asunto.