El presidente de EEUU, Donald Trump, revolucionó en 2017 la red social Twitter con mensajes diarios llenos de ataques a sus enemigos e impulsivos anuncios con los que buscaba imponer su discurso sobre el de los medios de comunicación, y que incluyeron también deslices, como el famoso “covfefe”, reseñó EFE.
En su primer año en el poder, Trump convirtió a Twitter en una herramienta esencial de su presidencia, un poderoso altavoz desde el que conecta con sus seguidores más acérrimos y se garantiza la atención de los medios de comunicación a los que tanto critica.
El presidente emitió casi 2.600 tuits y sus mensajes fueron retuiteados 42 millones de veces en 2017, según la web Trump Twitter Archive, que recopila los mensajes del mandatario, incluso los borrados, y permite buscarlos por palabras en una base de datos.
Igual que sus predecesores en el siglo pasado aprovecharon el auge de la radio y la televisión para difundir sus mensajes sin el filtro de la prensa, Trump ha encontrado en Twitter el canal perfecto para apelar directamente a su base y desacreditar a los medios de comunicación generalistas.
“No uso las redes sociales porque me guste, sino porque es la única manera de combatir a una “prensa” MUY deshonesta e injusta, a la que ahora se llama a menudo Medios de Comunicación Falsos”, escribió Trump este sábado en un tuit.
Cuando asumió en el poder, en enero pasado, Trump continuó usando la red social que había propulsado su campaña electoral, y desoyó el consejo de aquellos asesores que querían tener controlado el mensaje de la Casa Blanca y le advertían que sus vehementes tuits no encajaban con la sobriedad de su cargo.
“Mi uso de las redes sociales no es presidencial – es PRESIDENCIAL DE LOS TIEMPOS MODERNOS”, escribió Trump en un tuit en julio.
Su mensaje más retuiteado del año -con más de 362.000 redifusiones- fue también uno de los más polémicos. Publicado el 2 de julio, incluía un vídeo en el que él aparecía tirando al suelo y abatiendo a golpes a un hombre en cuya cabeza estaba superpuesto el logo de la cadena CNN.
Le siguió otro publicado en noviembre y que también fue su tuit con más “me gusta” del año, en el que se quejaba de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, le insultara al decirle “viejo”, y añadía que él “NUNCA” le respondería llamándole “bajito y gordo”.
Su apodo para Kim Jong-un, “hombre cohete”, fue uno de los más sonados el año pasado en la red social, donde también hubo burlas al presidente por borrar algunos mensajes con faltas de ortografía o tardar demasiado tiempo en continuar una frase interrumpida por la limitación de caracteres.
En mayo, Trump desconcertó al mundo al tuitear “a pesar de la negativa covfefe de prensa”, una palabra inventada con la que Trump parecía querer referirse a la “cobertura” mediática, y que generó todo tipo de mofas en la red social.
Entre sus frases más repetidas estuvieron “noticias falsas” y “caza de brujas”, el término con el que solía describir la investigación sobre los posibles lazos entre su campaña electoral y Rusia, que fue el país más citado en sus tuits de este año con 96 menciones, según un análisis del diario The Boston Globe.
Los demócratas y su rival en las elecciones de 2016, Hillary Clinton, acapararon también buena parte de sus tuits, en los que habló menos de inmigración de lo que muchos esperaban: solo citó 55 veces la frontera con México y 29 veces el muro que quiere construir allí, de acuerdo con el recuento del Globe.
Pese a su habilidad para atraer la atención mediática con sus tuits y minar gradualmente la confianza de sus seguidores en los medios de comunicación tradicionales, ninguno de los mensajes de Trump apareció en la lista de los más retuiteados y valorados de 2017 en Twitter, un honor que sí logró su antecesor, Barack Obama.