“Año Nuevo, vida nueva” reza el viejo dicho. Pero en San Cristóbal se desarrolló este martes 2 de enero de 2018 como si fuese un domingo, pues apenas un porcentaje mínimo de establecimientos comerciales formales subieron su santamaría a primera hora de la mañana y las paradas del transporte público estuvieron abarrotadas de gente que ameritaba el servicio, porque muy pocas busetas laboraron en la ciudad y el área metropolitana en general, reseñó La Nación.
En un recorrido por el centro se vio que acerca de las doce del mediodía algunos establecimientos y centros comerciales referentes de la capital tachirense comenzaron a abrir sus puertas; en La Concordia prácticamente no abrió el comercio; y en contraposición, en Barrio Obrero abrieron más establecimientos, principalmente restaurantes y sitios de comida rápida.
De igual manera, en la ciudad abrieron entre otros sectores, panaderías, farmacias, organismos nacionales, regionales y municipales, y las entidades financieras, algunas de las cuales se vieron abarrotadas de personas que iban por más efectivo en vista de que en los cajeros automáticos según denunciaron algunos, apenas estaban entregando 5 mil bolívares. “Denuncie que adentro están dando 20 mil pero en billetes de veinte bolívares, y apenas dejan pasar de a cinco personas”, dijo uno de los clientes que esperaban en una cola considerable del cajero. No obstante, en algunos bancos, según comentaron, estaban dando 100 mil bolívares en efectivo.
Lo nuevo que se observó este principio de año y que la población espera que continúe, es la soledad en las estaciones de servicio, que se mantuvieron abiertas durante el día con poca o nada de afluencia de personas, en contraste con la fecha de Navidad, cuando la escasez de combustible preocupó a los usuarios.
En cuanto al aseo y limpieza de la ciudad, algunas barriadas permanecieron abarrotadas con montones de basura y la contaminación ambiental denunciada a finales de año, e igualmente las avenidas como la de la prolongación de la Quinta Avenida, donde la calzada estaba llena de la basura acumulada en días anteriores.
Llamó la atención la limpieza desde el Viaducto de La Bermeja hacia el centro, porque se vio que hubo saneamiento. La Séptima Avenida se vio igualmente limpia, al igual que la Quinta Avenida desde La Carabobo hasta la carrera 9, en donde precisamente estaban las cuadrillas municipales con cuatro camiones volteo saneando.
Ahí estaba Clara Ferrer, residente, quien denunció en presencia de los funcionarios que “no recogen la basura, ya se van y no la recogen, por eso estamos como estamos, vamos para que vea qué fue lo que no recogieron”.
En relación al plan de limpieza, Tomas Villamizar y Beatriz Rincón, fiscales de Saneamiento Ambiental, dijeron que reiniciaron “una vez más, por instrucciones del alcalde Gustavo Delgado, el operativo de siempre, ayer (primero) el relleno estaba cerrado, los camiones quedaron cargados para hoy, que lo abrieron y las máquinas pudieron trabajar y se hace el trabajo correspondiente a la recolección de desechos sólidos”.
Informaron que “el centro está limpio porque se han hecho los operativos necesarios, tenemos cuatro volteos que se acaban de ir llenos para el basurero, y el camión 8.000 fue enviado para el terminal por el colapso de basura”.
—Seguimos trabajando en la limpieza y recolección de desechos, empezamos por el centro de la ciudad, y se va a ir ampliando el rango de acción con respecto a los barrios y comunidades y sectores que están más colapsados. Empezamos con el centro porque es necesario hacer un saneamiento profundo, vamos sector por sector para poder sanear las áreas.
Sobre cuánto demorarán en sanear la ciudad, donde según las altas autoridades municipales hay alrededor de 5 mil toneladas de basura represadas por tanto tiempo sin hacer el deposito final de desechos en el basurero de Torbes, dijeron que no hay una fecha precisa por la reorganización de las empresas de recolección y el cambio de gobierno municipal; dijeron que no consiguen aceite y gasoil para los camiones compactadores y volteos.
De allí que se espera que la ciudad cobre vida nuevamente; aunque según comentaron algunos, eso sucederá la próxima semana, en virtud de que muchos comerciantes no abrirán sus negocios hasta entonces debido a que se dieron un asueto largo junto con su personal.
Las paradas de transporte público estuvieron abarrotadas esperando sus rutas, que según Carmen Castro, demoraba: “Tengo casi dos horas y nada que pasa de Cordero, no pasa casi nada, ahí viene una de Palmira, y ahorita pasó una de la línea Torbes; para mí es terrible, mi esposo está hospitalizado y como vivo lejos, es una lucha”.
José Zambrano aseguró: “Tengo más de dos horas, se salen de las rutas para irse para San Antonio y otras rutas. El Gobierno tiene que sancionar a las que salgan de las rutas y meter más carros a trabajar”.