Por segundo día seguido, en la primera semana del 2018, habitantes de varias comunidades, en esta ocasión de la parroquia Juan de Villegas, salieron a protestar en la vía pública para reclamar la entrega de alimentos en las cajas del Clap, las cuales no reciben desde hace más de tres meses, reseñó El Impulso.
A las 8 de la mañana, gran cantidad de amas de casa y jefes de familias se ubicaron en la intercomunal Florencio Jiménez, en el sitio conocido como La Chicharronera, colocando cauchos viejos y restos de árboles e impidiendo el desplazamiento automotor en ambos sentidos.
Conductores de diferentes tipos de vehículos, gran parte de ellos con carga pesada, fueron formando largas filas que, en sentido oeste-este sobrepasaban los 4 kilómetros.
“Estamos aquí, no porque seamos guarimberos ni desetabilizadores sino porque tenemos hambre y necesitamos comida, sobre todo para alimentar a nuestros hijos, que están desnutridos porque lo que ganamos no nos alcanza para comprar nada”, expresó Fernanda Seijas, una de las manifestantes.
Jean Carlos Silva, por su parte, in formó que por la forma irregular como en Lara está funcionando el programa de abastecimiento CLAP, en la parroquia están afectadas más de 2.000 familias de 8 sectores de El Tostao, El Olivo y otras del oeste.
Nora Urbina, por su parte, fue muy clara al afirmar que, “lo que pasa es que este gobierno nos está dejando morir de hambre y esta protesta la hacemos por la necesidad de que nos tomen en cuenta, que sepan, si no lo saben, que el pueblo tiene hambre, necesita comida”.
Jesús Arispe, otro de los manifestantes, también habló sobre la imposibilidad para un trabajador poder comprar los alimentos, carne, harina precocida, queso, pollo, aceite, y hasta el maíz para moler por los altos precios.
“Qué más podemos hacer para que nos escuchen, que sepan que el pueblo se está muriendo de hambre y ellos, en la alcaldía y la gobernación, comiendo completo, porque ellos no viven en El Olivo ni en El Tostao y todos los días le llega la comidita”, expresó Dominga Caldera, otra vecina.
Cerca de las diez de la mañana, una comisión de vecinos fue trasladada a la gobernación para plantear directamente el problema, pero como no llegaban resultados, la tranca persistía.
Un oficial de la GNB dialogó varias veces con los manifestantes pero sin lograr levantar la protesta pues le respondían con las consignas de, “Tenemos hambre, queremos comida”, dejando pasar sólo los vehículos que llevaban alguna emergencia.
Una dirigente oficialista presente explicó que hasta fines del 2017 las cajas del CLAP se las entregaban en Transbarca, “pero desde que eso lo agarró la llamada Reserva Activa, eso se volvió un despelote”.
La protesta con el cierre se prolongó hasta la 1 de la tarde, 6 horas después, cuando se presentó el director de la Policía de Lara, José Gregorio Calatrava y les explicó que no habían entregado las cajas porque en los depósitos sólo disponían de dos productos, y anunció la llegada hoy o mañana, de dos gandolas con el resto.