Qué nos ha pasado? ¿Por qué Venezuela se transformó de democracia imperfecta en dictadura inepta y corrompida en apenas 18 años? Por supuesto, la causa fundamental fue la aparición en la escena política de un venezolano ignorante, cruel y abusador llamado Hugo Chávez, quien se rodeó de gente deseosa de venganza étnica o social. Pero hubo actitudes surgidas en el seno de la sociedad venezolana que hicieron posible la tragedia, actitudes que aún existen en nuestra sociedad. De no identificarlas y combatirlas estaremos expuestos a sufrir otra tragedia similar en el futuro a mediano plazo. Deseo contribuir a este análisis, resumiendo lo – que en mi criterio – han sido las diez actitudes colectivas que hicieron posible la destrucción de Venezuela en el siglo XXI.
Esta es mi lista:
EL CHEQUE EN BLANCO
GUARDAMOS SILENCIO FRENTE A LA AGRESIÓN A LAS INSTITUCIONES
LOS IGNORANTES Y LOS OPORTUNISTAS ABRAZARON EL FRAUDE DE LA CONSTITUYENTE
AFLORÓ EL BANDIDAJE MILITAR
LA COMPLICIDAD DE LOS NIÑOS BIEN
QUIEN CEDE EN LO PEQUEÑO TERMINA CEDIENDO EN LO GRANDE: EL OLVIDO DE LA ÉTICA
TOLERAMOS LOS SÍMBOLOS DEL FASCISMO
LA TRISTE ESCASEZ DE GRANDES GESTOS
LA PROSTITUCIÓN DE LOS CONCEPTOS DE PATRIOTISMO Y DE SOBERANÍA
LA COMPLICIDAD DEL PSEUDO LIDERAZGO
EL CHEQUE EN BLANCO
Las elecciones presidenciales de 1998 llevaron a Hugo Chávez al poder en 1999. Fueron libres y transparentes. Ganó quien quiso el país que ganara. Hasta allí todo iba bien y todos los venezolanos acatamos la decisión. La primera indicación sólida que tuve de que las cosas no irían bien fue cuando Chávez se juramentó en el Congreso Nacional, frente a todas las instituciones del país, frente al presidente Caldera y procediera a juramentarse de manera ilegítima, agrediendo a la Constitución. Esa agresión fue aceptada en silencio por todos quienes allí se encontraban. La representación de nuestra democracia guardó silencio, inclinó la cabeza. Quienes protestamos en ese momento fuimos considerados malos perdedores. La democracia venezolana le firmó un cheque en blanco al Chávez que llegaba con ansias de poder y represalias
GUARDAMOS SILENCIO FRENTE A LA AGRESIÓN A LAS INSTITUCIONES
Desde el comienzo Chávez agredió a las instituciones. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia de la época ayudó a convalidar sus agresiones. El Congreso de la época y las llamadas fuerzas vivas del país aceptaron estas agresiones en silencio. Muchos demócratas se sumaron con entusiasmo al nuevo estilo de gobierno impropio de una democracia. La ilegal convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente originaria fue tolerada por esas instituciones. Las voces de los institucionalistas que criticaron esta convocatoria fueron dejadas a un lado.
IGNORANTES, ILUSOS Y OPORTUNISTAS ABRAZARON EL FRAUDE DE LA CONSTITUYENTE
A pesar de las advertencias de los constitucionalistas venezolanos más destacados, no solo las clases trabajadoras – las cuales actuaron en espera de mejoras sustanciales – sino buena parte de la clase media venezolana, aceptaron la figura de la Asamblea Nacional Constituyente, incluyendo la manera arbitraria como fue convocada y elegida. Las actuaciones de esta asamblea estuvieron claramente dirigidas hacia la progresiva destrucción de la democracia venezolana, mientras los venezolanos permanecían indiferentes o, peor aún, colaboraban activamente con el nuevo engendro, el cual eliminó tanto el poder judicial como el poder legislativo. En 1999 Chávez se convirtió en dictador, lo cual fue permitido por las cobardes élites venezolanas. Ello fue denunciado por Jorge Olavarría en discurso de Julio 1999, vox clamantis in deserto, cuyo discurso profético fue criticado por los altos mandos militares y hasta por representantes de la “democracia” venezolana presentes en el recinto
AFLORÓ EL BANDIDAJE MILITAR
En paralelo con la cobardía de las élites civiles venezolanas asistimos al afloramiento del bandidaje militar. Los ministros de la defensa comenzaron a hablar el lenguaje del dictador. Se comenzaron a escuchar absurdos saludos “revolucionarios” en las bocas de los militares traidores a su misión. Les fueron dadas posiciones en la administración pública a militares activos. Se les dieron millones de dólares a bandidos de uniforme, quienes se convirtieron en millonarios de la noche a la mañana. El programa Bolívar 2000 fue el primero en una cadena de abusos y robos en el sector militar. Los desfiles militares anuales se convirtieron en exhibiciones de adulación y complicidad por parte los bandidos de uniforme. Todo ello fue acompañado de un marco de creciente corrupción militar que los llevó, eventualmente, al narcotráfico, al contrabando de extracción, a la represión en contra del pueblo y a la especulación con los alimentos. Hoy en día esta institución es execrable y, en mi opinión, irrecuperable (aunque sé que será punto menos que imposible eliminarla)
LA COMPLICIDAD DE LOS NIÑOS BIEN
Buena parte de la llamada sociedad venezolana, familias con apellidos conocidos, se sumaron al abuso de poder y a la creciente rebatiña del sector público, a través de los negociados y los contratos con el régimen. Aunque los cómplices han sido de la más variada procedencia profesional, los más funestos han sido muchos banqueros y los amiguitos de los gerentes del Estado, quienes lograron multiplicidad de contratos como intermediarios, sin tener empresas calificadas para hacer los trabajos o cuotas de dólares preferenciales para “importaciones” que nunca se efectuaron. Estos fueron los llamados boliburgueses o bolichicos y se hicieron multimillonarios por la vía de las notas estructuradas, de los dólares baratos y de los contratos amañados. La lista de estos ladrones es larga y está en preparación por un grupo de investigadores venezolanos, entre quienes me cuento. No se irán ilesos
QUIEN CEDE EN LO PEQUEÑO TERMINA CEDIENDO EN LO GRANDE
Esta ha sido la actitud de millones de venezolanos. Es una demostración de cobardía cívica que Timothy Snyder llama la “obediencia anticipatoria”, en su libro: “On Tyranny”, 2017.
En ese libo Snyder se pregunta: ¿Por qué Hitler invadió Austria? Porque el Canciller austríaco se le arrodilló. Su agresión contra los judíos fue vista con indiferencia y hasta con alegría por los ciudadanos alemanes. En nuestro caso miles de venezolanos no chavistas aceptamos “pequeñas” cosas que resultaron ser agresiones fundamentales en contra de la democracia: “el milloncito” del BCV; el culto a la personalidad del sátrapa ya fallecido; las dádivas a Cuba y la invasión de cubanos a Venezuela; la conversión de PDVSA en “empresa social”. Le dimos sonrisas a Chávez y este forajido terminó apropiándose del país: “Exprópiese”, repetía ante la indiferencia de los venezolanos. Preferimos el pragmatismo a la ética. Quien cede en lo pequeño termina cediendo en lo fundamental.
TOLERAMOS LOS SÍMBOLOS TOTALITARIOS DEL SÁTRAPA
Al no rebelarse en contra de la creciente simbología fascista-socialista de Hugo Chávez los venezolanos permitimos el establecimiento de un ambiente ideológicamente podrido. Nunca nos alzamos en contra de los cubanos invasores. Nunca borramos de las paredes las consignas ofensivas a la democracia. Preferimos ser cómodos. Rechazamos a Chávez en nuestro fuero interno pero no luchamos con decisión en su contra. Nos reíamos de los generales obesos y llenos de condecoraciones de hojalata que se atracaban al tratar de salir de los tanques, pero no vimos la tragedia que existía detrás de esa simbología rastrera y criminal. Peor aún, después de un cierto tiempo muchos venezolanos comenzaron a acostumbrarse a ver tales símbolos como parte normal del entorno. Lo mismo que sucedió en la Alemania de Hitler
LA TRISTE ESCASEZ DE GRANDES GESTOS
Hemos tenido héroes. Franklin Brito es uno de ellos. Los comisarios Simonovis, Forero, Vivas, la jueza Alfiuni, Antonio Ledezma, Leopoldo López, María Corina Machado, investigadores en contra de la corrupción, periodistas honorables y corajudos como Manuel Malaver y muchos otros, alcaldes íntegros, dirigentes estudiantiles, jóvenes quienes ofrendaron sus vidas en la lucha contra la tiranía. Sería injusto no reconocerlos y mencionarlos, Deberemos crear un nuevo panteón de héroes civiles para honrar estos grandes gestos. Esta es una lista que también debe hacerse, tal como se elabora la lista de los criminales y ladrones del chavismo. Sin embargo, en un país de 30 millones de habitantes estos grandes gestos han sido relativamente pocos y esencialmente incomprendidos. Leopoldo López fue abandonado por sus mismos colegas de la MUD, algunos de quienes llegaron a decir que “se lo merecía”
LA PROSTITUCIÓN DE LOS CONCEPTOS DE PATRIOTISMO Y DE SOBERANÍA
La ignorancia del venezolano promedio hizo posible que los conceptos de patriotismo y soberanía prostituidos en la boca de Chávez y de su pandilla siguieran teniendo aceptación. En materia petrolera lo que los chavistas llamaban soberanía se convirtió en la entrega de la Faja del Orinoco a un grupo de empresas de países ideológicamente afines pero tecnológicamente atrasadas, las cuales arruinaron el proyecto, hasta tal grado que en los 18 años de satrapía chavista la Faja se ha estancado y ya no representa una buena opción para el futuro. Lo que Chávez llamaba patriotismo era convertir a Venezuela en colonia cubana, objetico continuado por el bufón que lo remplazó. La llamada independencia del imperialismo solo significó una variante diferente de la dependencia, esta vez como satélites de Rusia, China y Cuba. Es lamentable que estos dos conceptos sigan aplicándose de la manera criminal como lo han hecho los chavistas y que tanta gente siga pensando en ellos como válidos. Todavía hoy hay venezolanos quienes se dicen demócratas que hablan del “legado de Chávez”
LA COMPLICIDAD DEL PSEUDO-LIDERAZGO
El golpe de gracia a la democracia venezolana, el cual ha terminado por destruir la textura social venezolana y nos ha llevado a la anomía, ha sido la traición de muchos de los llamados demócratas, quienes se han plegado al narco-régimen chavista. Esta no ha sido una abrupta adhesión sino el resultado de la sucesión de pequeñas entregas que mencionamos arriba. Rosales, Falcón y sus acólitos a lo Semtei, los Timoteo Zambrano, los alcaldes que se arrodillan frente a la Asamblea Nacional “Constituyente”, los manipuladores políticos, algunos fósiles políticos con ansias de resurrección, todos han contribuido a extender la vida de la pandilla chavista en el poder y son, por lo tanto, cómplices de ese crimen.
Estas no son las únicas razones de la tragedia venezolana pero creo que por allí podemos comenzar a explicarnos el colapso venezolano. En este momento enfrentamos dos realidades. La primera es que Venezuela está destruida y tomará 10 o más años recuperarla. La segunda es que el país tendrá que aprender de esta tragedia, so pena de repetirla. El nivel de destrucción nacional es inmenso y va mucho más allá de lo material. Es sustancialmente espiritual. Si no hay una reacción de la Venezuela digna y un titánico esfuerzo de educación ciudadana en los próximos años, estaremos condenados a caer de nuevo en las garras de los bandidos, de los futuros Chávez y Maduros y de sus pandillas de seguidores, cuya ignorancia es abismal. Sus deseos de venganza y su codicia de riquezas son tribales, no nacionales. Hasta un Rafael Ramírez desea ser presidente.
No. Mil veces no. Venezuela no debe equivocarse de nuevo. Debe crearse una nueva nación venezolana utilizando como base nuestra reserva de buenos ciudadanos. Será una labor de titanes pero se puede (y se debe) hacer. La base de este esfuerzo es la educación ciudadana y la aparición de un liderazgo honesto hasta el sacrificio.
Si esto no se logra, Venezuela permanecerá en el foso de las naciones del planeta, donde ya se encuentra.