Mal van las cosas en esta Venezuela desajustada. Decir peor, es abundar en lo que todos padecemos. Excepto los políticos profesionales, dedicados, unos a defender como pueden sus prebendas de la dictadura castro-madurista, y otros protegiendo sobras y privilegios que les dejan atesorar.
Con 102 votos a favor y 5 salvados, se aprobó el nombramiento de Un Nuevo Tiempo (UNT) para presidir la Asamblea Nacional, entregándole así el encargo al partido político más colaboracionista, interesado y menos confiable. Sin duda, un “rodilla en tierra” de la oposición/MUD al régimen por favores recibidos.
Nada importaron los jóvenes muertos, presos y exiliados políticos ni las personas que afirman representar, ni consideraron la oportunidad de redimirse ante los 7,6 millones de venezolanos que contundentes votaron el 16J por rescatar la República. Prefirieron seguirse doblegando al fraude de la asamblea cubana constituyente y a la caricatura patética que sus dirigentes interpretan en República Dominicana.
Allá, como aquí, negocian, en secreto, agazapados, generando sospechas de que nada bueno se cocina. Actúan sin importarles ni a oficialistas ni a opositores (de la boca para afuera) lo que piense eso que ambos llaman “pueblo” y que a conveniencia invocan manifestando que se sacrifican por él.
Las protestas de 2017 fueron categórica demostración de arrojo y entrega de una sociedad con voluntad de libertad. Quienes salieron empecinados a las calles, lo hicieron convencidos de la imposibilidad de cohabitar con el régimen dictatorial. Pero ciertos dirigentes partidistas, alucinados de superioridad, expresaron que los fallecidos dieron sus vidas pidiendo elecciones y no independencia; otro incauto consideró héroes a los Diputados porque no cobran sueldo ni gastos de funcionamiento, son agredidos, menospreciados y siguen ahí.
Los verdaderos héroes son el 90% de ciudadanos que no tienen cómo ni qué comer, tampoco medicinas para curar a sus hijos y ancianos. ¿De qué viven esos parlamentarios? ¿Cómo viajan? No los vemos en las humillantes colas, comiendo de la basura ni pasando necesidades por medicamentos.
Afortunadamente hay honrosas excepciones. Surgieron héroes auténticos que merecen nuestro reconocimiento, diputados que prefirieron salvar el voto antes que convalidar la pre-acordada elección de un organismo sumiso que entra en su tercer año de no hacer nada, más allá de una oratoria adjetivada y obediente a los asiduos conversadores del festín oculto en Santo Domingo, que hablan en fraudulenta representación de un pueblo al cual hace tiempo dejaron de escuchar y respetar; al que desobedecen aunque se llenan las bocazas afirmando actuar en su nombre.
El mismo pueblo al cual abandonaron a su suerte, con sus muertos, heridos, presos, exiliados, carencias, penurias y angustias para correr a pedirle que se tranquilizara y le diera “espacios” en gobernaciones y alcaldías.
La selección de UNT es reflejo fiel del estado putrefacto y carcomido, que ha cercenado un liderazgo joven amordazándolo, sometiéndolo a la tramposa política de negociaciones, tácticas y presiones. La AN se ha devaluado tanto que el ciudadano la desprecia, Maduro y el oficialismo la liquidaron, la MUD la remató. Ofendieron y afrentaron al país, desde quienes llevan años aferrados a cargos, hasta los representantes más jóvenes, unos por acción y otros por omisión.
De esos partidos politiqueros impúdicos y mentirosos, sus militancias que obedecen a los que se eternizan por ese candado implacable llamado “disciplina partidista”, que se antepone a los intereses ciudadanos y la conciencia, son al mismo tiempo cómplices y defraudados, conforman la masa de sometidos que permiten que sus jefes permanezcan en el tiempo, mientras el país se hunde en basura, deshonor y vergüenza.
Quienes disciplinadamente eligieron a una nueva directiva -que nada cambiará en un Poder Legislativo que convive encubridor, secuaz y obediente- que el oficialismo nombró para convertirlos en simples figurones, deshonestos porque obedecen lineamientos partidistas, pero no representan a sus electores dejados al garete.
Sólo algunos tuvieron dignidad y valor para salvar el voto, fundamentar y al final votar en contra. Lo irónico es que deberán agradecer la benevolencia de un arrogante presumido, que alega respetar el derecho a disentir incluso a aquellos que no tienen derecho porque no tienen razón. ¿Y quién decide quien tiene la razón?
El nuevo -pero veterano político- presidente, ostenta la sombra de un partido capaz de venderle el alma al diablo, a cambio de burusas que su fundador conoce bien. Tendremos un sombrío tercer año de legislatura, similar a sus precedentes. La gran diferencia será la colaboración abierta, visible sin recato ni pudor. El partido UNT parece actuar como la comisión de control opositora del PSUV. Los 102 diputados que sellaron sus deprimentes carreras políticas votaron -duela o no- directa o indirectamente por el partido de Chávez, Maduro y Cabello. Llevaron la traición al siguiente nivel. La nueva directiva es socialista, afectos a la Internacional Socialista, en la cual milita el infame Rodríguez Zapatero.
La sobriedad no fue mucha en el recinto parlamentario, pero ante el país esos pocos diputados fueron inmensos en decencia, valentía, principios éticos morales y buenas costumbres ciudadanas, lo que permite abrigar una esperanza de que no todo está completamente podrido en este desventurado, pero no resignado país.
Los ciudadanos y nuestros entrañables amigos Luis Almagro, Tuto Quiroga, Andrés Pastrana, Laura Chinchilla, Sebastián Piñera, Mauricio Macri, Juan Manuel Santos, Mariano Rajoy, Oscar Arias, Emmanuel Macron, Ángela Merkel, Theresa May, Justin Trudeau y tantos otros alrededor del mundo, debemos agradecer y brindar apoyo a los jinetes del apocalipsis opositor y dignos parlamentarios, Richard Blanco, Biaggio Pillieri, Omar González, Dignora Hernández, Carlos Bastardo, Luis Barragán, Juan Pablo García, José Aparicio, darles reconocimiento y ánimo por su labor de patria; muy pronto otros se unirán, mientras las dirigencias oficialistas y opositoras siguen usando sus caras más duras e impasibles para sostener las mismas mentiras.
@ArmandoMartini