Día a día sigue creciendo la crisis humanitaria que enfrenta Venezuela y en particular el pueblo bolivarense. Esta situación genera una conflictividad social que no está siendo adecuadamente atendida por el gobierno según lo expresó el Diputado Luis Silva quien acompañó este jueves las justas protestas de los habitantes de La Sabanita cuando vecinos de los barrios Jerusalén, David Morales Bello, Las Piedritas y Brisas del Orinoco procedieron a trancar la avenida España como medida de presión para que se les resuelva la severa escasez de agua, la cual tiene varios meses sin llegar a sus hogares a pesar de la rimbombante inauguración del acueducto del oeste que realizó el ex gobernador Rangel Gomez con la presencia de Diosdado Cabello.
Nota de Prensa
También los vecinos le expresaron a Luis Silva que tienen cerca de 4 meses sin recibir bolsas del clap y que el pernil ofrecido por Maduro aún lo están esperando. El alto precio de los alimentos está ocasionando que la desnutrición infantil crezca a niveles que comprometen el desarrollo futuro de los infantes, ya que según Silva los eventos de desnutrición que se producen en los primeros 6 años de vida de un ser humano producen un retraso físico y mental prácticamente irreversible. Simultáneamente a las protestas por agua y comida que ocurrían en La Sabanita, a pocos kilómetros de allí, los enfermos de paludismo seguían exigiendo desesperadamente el tratamiento que les salve la vida de esa terrible enfermedad; ni en el ambulatorio de Los Aceiticos , ni en el ambulatorio de El Perú se entregó el medicamento antimalárico.
“Es totalmente inaceptable e injustificable que en el estado que tiene el 80% del agua del país mas de la mitad de sus habitantes no recibimos el vital líquido en la tubería de nuestros hogares” reclamó Luis Silva, al mismo tiempo que también expresó que el suministro de agua por cisterna no es la solución.
También el diputado guayanés le recomendó al general Noguera que la primera medida que debe tomar para que los enfermos reciban el tratamiento es hacer pública la cifra verdadera de enfermos de paludismo, ya que al reportar una cantidad inferior a la verdadera, la Organización Panamericana de la Salud envía una cantidad de tratamientos inferior a la requerida, lo que impide que los enfermos reciban su tratamiento a tiempo y en cantidad suficiente.