Durante el debate sobre la situación de la salud en el marco de la crisis humanitaria que se llevó a cabo en el hemiciclo de sesiones de la Asamblea Nacional, la diputada por el estado Miranda, Manuela Bolívar, aseguró que en Venezuela está instaurado un sistema de aniquilación de seres humanos cuyo propósito es acabar con los venezolanos, a través de un modelo político que colapsó y un régimen que se niega a reconocer y declarar la emergencia humanitaria que ha sometido a millones de venezolanos a la hambruna.
Nota de Prensa
“No es una crisis humanitaria la que vivimos, es una emergencia humanitaria que ha sometido a millones de venezolanos a la hambruna. El informe de Cáritas dicen que para este año habrá 15,6% de desnutrición y que 200 mil niños están bajo esta condición; si estos niños tienen que ir a los hospitales, les espera la muerte. Hay signos de desnutrición en el 55% de los niños venezolanos y, además, no hay fórmulas ni vacunas en el país”.
Negó que la escasez de insumos y medicamentos sea producto a las sanciones que ha impuesto la comunidad internacional contra la dictadura de Nicolás Maduro, puesto que Cáritas de Venezuela y otras Organizaciones No Gubernamentales (ONG) han denunciado la crisis sanitaria desde el año 2014 y las sanciones se impusieron en 2017. A su juicio, ya no es suficiente hablar únicamente de la apertura de un canal humanitario sino que es necesaria la cooperación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Naciones Unidas (ONU), pero lamentablemente es el Ejecutivo quien puede solicitarlo.
“Mayra tiene 5 hijos y lo que hace es bachaquear porque no puede trabajar. Sharon era su última hija y murió el domingo en la madrugada con un cuadro de desnutrición severa. Además, un niño se infectó con una bacteria en un hospital, que antes era referencia, y murió. Se llamaba Daniel. Desde el parlamento le decimos a los madres que ustedes no son culpables, y es porque unas cosas que el régimen quiere es responsabilizar a los padres de este genocidio silente que hace el régimen al no reconocer una ruda realidad”.
Por su parte, el director de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida), Francisco Valencia, alertó sobre las cifras de descensos por faltas de medicamentos durante el año 2017. “El año pasado cerramos con una situación catastrófica: 20 rechazos de órganos solamente en los últimos dos meses y 5 fallecimientos por trasplantes. Nunca en la historia de Venezuela habían ocurrido tantos rechazos de órganos por falta de medicamentos. Hemos pasado de una crisis humanitaria a una emergencia humanitaria severa que amerita atención inmediata. Tenemos derecho a la vida y el Gobierno debe garantizarlo. Aquí no se está pidiendo cascos azules ni militares, aquí se está pidiendo medicinas e insumos para aliviar la situación. Nos estamos muriendo, se nos está acabando la vida y se nos agota el tiempo. Basta de muertes”.
Finalmente, Nathasha Albarrán, quien es trasplantada renal desde hace 14 años, denunció que lleva más de seis meses sin recibir sus tratamientos. “Esta es una situación bastante critica porque requerimos de unos medicamentos que son bastante costosos y tenemos 6 meses sin recibirlos. Esto es una burla para nosotros porque sin esos medicamentos, no tenemos mejor calidad de vida. Es lamentable que esto esté pasando. Como paciente trasplantada vengo en representación de todos mis compañeros: mi pensión de paciente discapacitada no me alcanza para pagar el medicamento. Yo tengo muchas ganas de seguir viviendo, pero facilítenme una vida más bonita. Tengo amigos que han dejado de tomar sus medicamentos durante un mes y han perdido sus trasplantes. Yo nací en Venezuela y no me quiero ir, tenemos derecho a la salud. Nos están matando lentamente a los pacientes trasplantados”.