“Siento que no valgo nada, que soy inferior a todos” ¡Ya! ni me comparo con los otros porque sé que los demás son mucho mejores que yo. “No estoy a la altura ni merezco la pareja que tengo” ¡Sólo le hago sufrir! “Es imposible ser feliz con personas como yo” ¡Total, para vivir así, es mejor morirse! “Ni recuerdo” ¿cuándo fue la última vez que experimenté alegría por algo”? ¡Tengo unas enormes ganas de llorar, pero ni me salen las lágrimas! ¿Qué será de mí?
Una tendencia en el mundo que vivimos, es la necesidad de dejar las cosas “Importantes” por las cosas “Urgentes” ¡Es como si lo “Urgente” nos estuviera llamando más que lo realmente “Importante” Nos llenamos la vida de una serie de urgencias; la mayoría de las familias están llenas de urgencias que resolver, las empresas están resolviendo urgencias, pero no nos ocupamos de lo importante, porque sentimos que lo importante es eterno y nos va a aguardar toda de la vida.
Lo “Urgente” determina llevarse lo “Importante”, los padres trabajan para darle todo a los niños en lo material, entonces ni el padre tiene tiempo de ver al hijo y el hijo llega cansado a su casa y se duerme, por lo tanto, no hay encuentro, no hay amor, no hay relación, no hay familia, no hay absolutamente nada. Por lo que, es un estado de una profunda inconsciencia, y es cuando comenzamos a postergar el beso y abrazo a nuestros hijos, a nuestra familia, y dejamos lo importante de lado.
Esto determina una sensación de no tener relación con nosotros. Cuando no se tiene relación consigo mismo, comienzas a posponer los detalles de la vida y caes en una “Chispa depresiva de Abandono”, producto de la desolación, descuidando tu vida y tu actuar. Dejamos de alimentarnos y comemos lo que venga, no tendemos la cama, no nos arreglamos, en fin, no nos atendemos. Empieza, por lo tanto, un deterioro profundo en la postergación, de lo más importante de la vida, y nos comienza a pedir y solicitar con cierto estado depresivo, que atendamos nuestras necesidades básicas.
Por eso cabe destacar, que debemos ser muy cautos en detenernos en nuestro vivir y revisar permanentemente el ¿cómo estoy? y ¿dónde estoy colocando mis triunfos? No podemos permitir que un estado de angustia y desolación, se robe nuestros triunfos y nos aporte en cambio infinidades de fracasos.
Esto es clave, porque esa actitud, esa dejación, nos va introduciendo en una zona de confort, demorar el beso a tu madre, pedir perdón, dejar de hacer ejercicio, no amar a alguien, nos va dejando una vida cómoda, y no hay nada más peligroso que el área en el cual tu vida se encuentre en un estado de comodidad.
El problema es, cuando esto va borrando ciertas áreas importantes como la coquetería, cuidar los detalles de la vida, vestirse bien, ocuparte de ti, cuidar los detalles de vida, porque en los detalles siempre está presente “Dios”
Citando a “Carlos Fraga” quien me ha inspirado, en éste artículo dice “Lo Urgente se lleva lo Importante, y esto se traduce en la posibilidad de ser ciudadanos vivientes, a la posibilidad de ser ciudadanos sobrevivientes; porqué el sobreviviente está permanentemente detrás de la “Urgencia” y el viviente está permanentemente detrás de la “Vida” del milagro diario y constante, que ocurre en el momento que abres los ojos. “El despertar, tiene un contenido de milagro, cuando entras en el sueño profundo, entras en la muerte” decía Facundo Cabral, citado por “Carlos Fraga”
La vida se desconecta del milagro cuando duermes, pero que maravilla cuando reconectas la vida con el “Despertar” Estar conectado al milagro, no es solo estar rezando todo el día, es estar en consciencia en el ¡Yo soy! La postergación es cuando estamos en la desconexión, buscando cosas que no constituyen lo esencial del vivir.
No dejes de decir, cuanto te quiero, te extraño, lo importante que eres para mí, y repítelo para que eso no quede relegado. La maravilla del vivir está en el equilibrio perfecto de la vida y la muerte, la muerte hace valorar la vida cuando te toca, es un péndulo importante, por lo que no dejes que lo “Urgente se lleve lo “Importante.
Gervis Medina
Abogado-Criminólogo